Va aumentando en las últimas semanas el número de países que desean convertir la Franja de Gaza en territorio palestino y piden la paz. El deseo se puede entender si lo que Israel pretende es acabar con Hamás, grupo terrorista de criminal e intolerable actuación. Pero es inconcebible que quienes sufren la muerte sean miles de personas, ajenas a un terrorismo de la Palestina que gobierna Gaza administrativamente desde el año 2007.
Fue el 7 de octubre de 2023 cuando ese nutrido grupo de asesinos actuaron en la zona fronteriza de Israel. Allí los de Hamás mataron a casi 1.220 personas, de las que gran parte eran civiles y algunas decenas de ellas gente joven. También mataron a militares israelíes, lanzaron contra ese país miles de cohetes y masacraron, una vez traspasada la frontera de Israel, a los espectadores de un festival de música y a ciudadanos de varios pueblos, en especial a los residentes en Kibutzin. Y además se llevaron como rehenes a varios cientos de jóvenes y mayores.
A día de hoy hay países como Reino Unido, Canadá, Australia, Francia, Portugal y otros más que aceptan y defienden Palestina y sobre todo Gaza. Y parece que seguirán aumentando quienes, por los resultados calificados de genocidio, desean la inmediata paralización del ataque militar israelí y que se permita a Gaza convertirse en país independiente. En parte se puede decir que no es desechable el deseo de parar esa guerra porque ya han muerto en ella muchos miles de personas, sobre todo niños de todas las edades. Es un hecho que produce muchísimo dolor. Liquidar a menores, y sobre todo a miles de ciudadanos cuya mayoría poco o nada tendría que ver con Hamás, es un acto inaceptable.
Sin embargo, reconocer a Gaza y ayudarla a que siga siendo palestina no debiera ser respaldado, al menos de momento. Si Hamás devolviese vivos inmediatamente a los rehenes que capturó en su ataque a Israel, cabe suponer que los israelíes dejarían de masacrar a ciudadanos gazatíes de todas las edades, y concentrarían sus ataques exclusivamente contra los miembros de la organización terrorista. Es difícil entender por qué el pueblo de Gaza aceptó, hace ya muchos años, respaldar a Hamás para que se mantuviera en el poder político de Palestina.
Ahora, cuando los terroristas intentan proteger sus vidas en hospitales, en templos y en otros lugares de acceso a todo tipo de personas, los tremendos ataques israelíes sobre esas edificaciones suelen tener como objetivo liquidar a los terroristas que, dentro de ellas, intentan protegerse.
En fin, a ver cómo acaba esta guerra israelí rechazada por varios países de Occidente. Unos y otros apoyan a Gaza, que continúa gobernada por Hamás. Es decir, la llamada Franja de Gaza sigue siendo un territorio autónomo administrado por el partido islamista palestino de Hamás. Y sobre todo, quienes apoyan plenamente a Gaza y a Hamás tienen en España el pleno respaldo de la izquierda y la ultraizquierda. Es inaudito matar a miles de personas que no han entrado en una guerra. Pero lo es, tanto o más, aceptar que un partido terrorista, Hamás, continúe captando rehenes y mate a miles de ciudadanos que no son de su ideología.- JT
Jose, tienes mucha razón en lo que comentas. Israel debería tener mucha precaución en sus ataques a Gaza para impedir la muerte de tantos miles de personas que no están en guerra, pero como bien dices esnecesario acabar con los terroristas palestinos de Hamás impidiendo que la islamica Palestina se convierta en un país poseedor de asesinos islamistas que atacan, matan, se apoderan de rehenes y hacen con ellos lo que quieren es tremendo. La religión islámica fundada por Mahoima es respetable, pero la forma violenta de actuar de sus fieles es IN-TO-LE-RA-BLE!!!!!!!
ResponderEliminarEs lógico respetar el islamismo, una religión que tiene millones de fieles pero lo intolerable es que los islamistas de Palestina permitan ejercer el poder politico a esos sujetos que captan y asesinan a quienes no son partidarios de su política y de su intolerable actuación de poder, así la pienso yo...
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