sábado, 6 de mayo de 2023

Tele-5 libera a sus espectadores de un bodrio

Jorge Javier. Mediaset

Vaya, ya iba siendo hora de que Mediaset pusiera punto final a ese programa trivial y soporífero. Leo en varios medios que Sálvame terminará a mediados del próximo mes de junio. Hora era. A mí me parece una decisión acertada. En realidad son tertulias vulgares en las que predominan la sandez y el escarnio. Nunca entendí cómo una televisión de gran alcance popular como Tele-5 podía mantener tantos años en su programación esos bodrios insoportables en todas sus formas y contenidos: temas, críticas absurdas, simplezas, agresiones verbales, maldecires, etc.

Y digo insoportables, porque muchas de las personas que los veían no tardaron en dejar de hacerlo por su excesiva vulgaridad. Lo cierto es que lo que en Sálvame se comenta, y sobre todo se critica, suele llegar a veces a unos niveles de simpleza, ordinariez y agresividad verbal que causan asombro. En especial las intervenciones de su presentador, Jorge Javier, un personajillo que inició con éxito la andadura televisiva hace años, pero poco a poco ha ido perdiendo prestigio y capacidad para presentar y moderar programas.

La crítica no molesta si se hace con rigor y respeto a las personas elegidas. Pero ni el presentador, ni tampoco quienes le acompañan, han dado muestras de tener un nivel de conversación mínimamente aceptable. Además, el espacio pasó en los últimos tiempos de un ambiente soporífero a un contexto de propaganda política. ¡Inaudito! Su presentador se viene mostrando públicamente partidario de la izquierda gobernante, lo dice y lo afirma justo cuando España entra en períodos electorales. Pero Sálvame no fue creado para ideologizar, como se vino observando a través de sus emisiones, sino para entretener al espectador con diálogos de interés general, sin parvadas, insultos e impertinencias. Que Mediaset decida cerrar definitivamente esos bodrios televisivos es, en mi opinión, un gran acierto.

Elecciones: La participación del infortunio

Gran parte de los gobernantes socialistas en comunidades autónomas van a contar con la participación en sus mítines del presidente del Gobierno. No sé si se lo han pensado bien o si el hecho responde a imposiciones disciplinarias del partido. El caso es que la presencia del señor Sánchez en mítines y visitas a comunidades autónomas ha dado hasta ahora malos resultados. No quiero decir con ello que ese político sea gafe, pero repasando los fracasos del sanchismo en elecciones recientes como las de Madrid, Andalucía, Castilla-León, Murcia y Galicia, en las que su líder estuvo presente para apoyar a los candidatos, los resultados fueron de fracaso absoluto para el PSOE. Supongo que centro y derecha estarán deseando que Sánchez acuda a las comunidades donde se celebren elecciones. ¿La razón? Pues parece evidente: les ayudará así a obtener el número de votos necesarios para gobernar con acierto y dignidad a esta España repleta de problemas económicos y sociales.- JT