viernes, 29 de marzo de 2024

Putin rechaza el uso de armamento nuclear

  
                    Wladimir Putin, presidente de Rusia (Foto Sputnik Mundo)

El líder ruso no parece tener intención de ampliar su país. Hay quien opina que el ataque a Ucrania es el comienzo de la extensión del territorio de Rusia, para convertirla en un Estado de numerosas naciones, como fue la URSS. Pero si el presidente moscovita no ha mentido en sus recientes declaraciones, no es esa su intención. La invasión de Ucrania iba a ser solo un ejercicio militar, según sus declaraciones, pero enseguida se convirtió en un ataque masivo que dio pie a una contundente respuesta del país invadido. 

A pesar de la debilidad militar ucraniana frente a la rusa, el joven presidente Zelenski ha logrado rechazar, con su débil poderío de fuerza, los permanentes ataques de su adversario. La ayuda exterior permitió -y lo sigue haciendo- a Ucrania defender su territorio de un ataque que nada tiene de ejercicio militar, como apuntó Putin, sino que es claramente un intento de invasión.

El presidente ruso y alguno de sus ministros expresaron más de una vez la amenaza del uso de armamento nuclear si la OTAN intenta colaborar con los ucranianos enviando fuerzas a ese país. Hasta el día de hoy no ha sido así, pero en el caso de que los rusos ataquen a algún estado miembro de la Unión Europea sí habrá una contundente respuesta militar. Más de una vez escuché a expertos en temas de defensa que la situación podría desencadenar una tercera guerra mundial. 

Putin, del que no se sabe con seguridad si sus declaraciones encierran simples amenazas o ataques reales, ha manifestado en los últimos días que de ninguna manera usaría ese tipo de armas, que no habrá esa guerra. También aclaró que Estados Unidos tiene una inversión económica en armamento infinitamente superior a la de Rusia, y que por ello renuncia a un conflicto armado mundial. Dijo eso, pero no explicó si pretende ocupar totalmente Ucrania y convertirla en territorio ruso. Para este político, ese país carece de tradición como Estado y, además, es un centro espiritual de Rusia.

Teniente coronel del KGB
El Telón de Acero cayó definitivamente a finales de los años ochenta. Fue entonces cuando comenzaron a desaparecer los regímenes comunistas, recuperados hoy en algunos países por partidos políticos de izquierdas. En los últimos años de la Guerra Fría, Putin era teniente coronel del KGB en la ciudad alemana de Dresde, donde tenía su oficina. Precisamente ocupaba ese cargo cuando, en 1989, fue derribado el muro de Berlín y abierta al mundo la entonces llamada DDR o República Democrática Alemana, que de democrática solo tenía el nombre.

Oficina del KGB. Dresde 1989
Ese año, el líder ruso lo pasó mal en Dresde, donde, como antes dije, estaba la sede del espionaje soviético, sede que fue invadida por una masa de ciudadanos alemanes ansiosos de libertad. Putin pidió ayuda a Moscú, pero no obtuvo ninguna respuesta. Tras desaparecer el comunismo en Rusia, años más tarde, concretamente en el 2000, Putin fue investido por primera vez presidente, cargo que ha vuelto a revalidar por quinta vez hace poco más de una semana.

Si efectivamente este gobernante llegara a usar armamento nuclear en la invasión de Ucrania, o contra algún otro país de la Unión Europea, comenzaría entonces una tercera guerra mundial. Porque europeos, norteamericanos y sus aliados responderían a Rusia con los mismos medios. Y las consecuencias serían terribles, tanto para unos como para otros. Además, los efectos de esas bombas causarían grandes daños en nuestro planeta. 

Confiemos, pues, en que Wladimir Putin recapacite a fondo y no cambie su rechazo al uso de armas nucleares. Porque en el tema de Ucrania sí hizo un cambio de opinión o mentira. Calificó la entrada de sus tropas en ese territorio de simple "ejercicio militar", pero en realidad no fue eso sino la invasión del país vecino. - JT

lunes, 4 de marzo de 2024

Un gobierno oposición ensucia la democracia


La forma de actuar de los miembros del gobierno de Pedro Sánchez sigue inalterable desde que Núñez Feijoo fue nombrado presidente del PP, principal partido de la oposición en España. En algún comentario anterior ya hice referencia a esas sorprendentes actuaciones propias de políticos inexpertos o movidos por el único deseo de no perder sus cargos. Nunca entendí por qué personas de un supuesto alto nivel eran incapaces de actuar sin acusar y reprimir a sus interlocutores.

Con frecuencia veo en TV sesiones del Parlamento Español. Una y otra vez, cuando hacen preguntas al presidente Sánchez o a sus ministras o ministros, las respuestas que dan no se centran en el tema sobre el que les han interpelado, sino en atacar al interlocutor y en muchos casos a su jefe, tratando de difamarle a él y a su partido. En mi opinión, es una forma poco decorosa, sectaria y vergonzosa de ejercer el poder. Deben centrarse en responder a las preguntas en vez de atacar a quien se las hace. El Parlamento está para aclarar a los ciudadanos las decisiones que toma el Gobierno. No es un ring donde se pelean boxeadores, sino un lugar de elaboración de leyes y aprobación de decretos.

Cuando Feijoo accedió al puesto de presidente del Partido Popular de España, ya en su primera actuación en el Congreso de Diputados recibió severos ataques del presidente Sánchez. Ataques que, poco a poco, se fueron propagando entre todos los miembros del gobierno. La estrategia ya estaba entonces centrada en atribuir al oponente del PP los mismos calificativos que populares y miembros de otros partidos daban al presidente y a sus coaligados. Porque, repetidas veces, populares y otros calificaron al señor Sánchez de mendaz, pero este respondió en seguida que todas sus afirmaciones extraídas de las hemerotecas, afirmaciones que no llegó a cumplir, no eran mentiras sino simples cambios de opinión.

Que la política gubernamental se base en atribuir a su adversario las mismas acusaciones que de él recibió, en este caso a quienes ruegan al presidente, o a sus ministras/os, que responda a sus preguntas, es una forma de actuar que da asco y vergüenza a muchos ciudadanos. Si el rival lo acusa de mentir, el gobernante también lo acusa a él de lo mismo. Y si las preguntas se centran en saber si hay casos de corrupción en el partido del Gobierno, los sanchistas se defienden achacando los mismos hechos a sus interlocutores, cuando lo que deberían hacer es centrarse en dar clara respuesta al tema planteado.

Desde que Feijoo está en el primer lugar de la oposición política de España, el Ejecutivo actúa como si fuese un partido oponente y  dedicado a acusar de lo mismo a quienes le interpelan. España, pues, pasa por un mal momento. Confiemos en que no se tarde en recuperar el verdadero sentido de la gobernanza con la presencia de políticos que sepan ejercer sus funciones; políticos bien formados intelectualmente, dotados de buen criterio, fiables y siempre pendientes de resolver satisfactoriamente los problemas de su pueblo, obviando la confrontación personal o partidista con quienes ejercen la oposición. A ver, a ver si España logra recuperar la democracia limpia y plena, alterada en los últimos años.- JT

lunes, 26 de febrero de 2024

El mal estado de nuestras carreteras y autovías


Que nuestras autovías y carreteras están en condiciones desastrosas es un hecho indiscutible. Hay muchísimos baches e irregularidades en el asfalto. En varias zonas de España el número de coches que sufrieron daños en los neumáticos es ya abundante. En la mayor parte de las vías, las calzadas están sin señales que alerten de su deficiencia. Y si alguna hay, pues es difícil de respetar plenamente porque, cuando se circula en un vehículo, el tiempo es un factor que forma parte casi inalterable del viaje.

El desastroso estado de nuestras carreteras lleva años sin resolver. En la mayor parte de los casos, los baches se tapan con asfalto, pero generalmente dejando el relleno a un nivel superior o inferior al de la calzada. Con el tiempo eso causa daños en los vehículos, en especial en los amortiguadores y también en la dirección. Los primeros mantienen la estabilidad y la adhesión al asfalto, y en cuanto a la dirección, esta  nunca debe ser alterada para poder evitar accidentes. Es una vergüenza que nuestros gobernantes, en especial los responsables de las carreteras nacionales y autovías, no se preocupen a fondo de resolver tanta irregularidad en las calzadas con el fin de evitar accidentes y el deterioro de todo tipo de vehículos.

Pero si las carreteras son hoy en gran parte un desastre para los automovilistas, también lo es el número de infracciones que se cometen a diario. Tráfico anunció hace meses que iba a controlar rigurosamente tanto a las furgonetas como a otros conductores que infringen la ley, en especial a los que no respetan la seguridad vial. En mis numerosos viajes por carreteras nacionales y autovías observo a diario múltiples infracciones. Cuando se sale de una glorieta, pocos o casi ninguno de los conductores sacan la intermitente. Tampoco cuando cambian de sentido, de carril, o cuando adelantan a otros vehículos. Son muchos los infractores, sobre todo motoristas, que ponen en peligro la seguridad vial. Adelantan cuando la raya del pavimento es continua, corren con su moto a la velocidad que les da la gana e incluso a veces van en grupos entorpeciendo la circulación de manera descarada, como si ellos fuesen los dueños y señores de la carretera.

Presupuesto y personal
Otros que tampoco han optado por respetar la ley, como es, por ejemplo, la limitación de la velocidad indicada en las señales, son los conductores de furgonetas. Muchas circulan a la velocidad que ellos quieren, sin atender a las limitaciones y poniendo en riesgo su vida y las de los demás. No entiendo cómo el gobierno no se preocupa a fondo del correcto y buen funcionamiento del tráfico rodado. Si las condiciones del asfalto generan en muchos casos incidentes graves y daños en los vehículos, ¿por qué no se da prioridad a uno de los temas principales de nuestra diaria existencia, como es el de la circulación? ¿No hay dinero, no hay interés, estamos ante una espantosa desidia? ¿O es que los máximos responsables no tienen capacidad para mejorar y proteger la seguridad vial?

Creo que la DGT funciona correctamente en su tarea de controlar esa seguridad. El problema es tal vez otro, es la escasez de agentes y radares, porque el presupuesto que se aprueba para el control y la seguridad del tráfico es insuficiente. E incluso, el que se destina a arreglar y mejorar el estado de nuestras carreteras. Hay dinero para pagar a millones de empleados públicos, para un Ejecutivo abundante en el número de miembros, y para otras cuestiones relacionadas con la política. Pero para el estricto cumplimiento de la ley de tráfico y de la seguridad vial, parece que no hay nunca los fondos suficientes con los que controlar una de las actividades más habituales de la vida actual: la circulación de vehículos. Mal vamos si seguimos así.- JT

lunes, 19 de febrero de 2024

Galicia rechaza a unas izquierdas ineficaces

          Alfonso Rueda (PP), Ana Pontón (BNG) y Gómez Besteiro (PSOE) Foto RTVE

Los resultados de las elecciones autonómicas gallegas evidencian la limpia y honrada personalidad política y social de un pueblo. Así lo acaba de confirmar la inmensa mayoría de los gallegos en las elecciones del pasado domingo. Votar es una forma de expresar públicamente las opiniones y deseos de sus autores. Y ahí, en Galicia, lo tienen claro. Los gallegos rechazan plenamente las políticas basadas en el mantenimiento en el poder, sean de una u otra ideología. Por el contrario, le dan pleno respaldo a quienes poseen capacidad de gobierno sin basar sus actuaciones en objetivos exclusivamente personales o ideológicos. Eligen, pues, a quienes trabajan por conducir a su pueblo por sendas basadas en el bienestar social y económico, sin romper la unidad de España, un país que tiene ya varios siglos de historia.

La izquierda, en todos sus tipos e ideologías, fracasó en su intento y deseo de gobernar Galicia. En los mítines puso de manifiesto la intención, como objetivo clave y principal, de echar al PP del gobierno de la Xunta. No lo consiguió. Los sanchistas pasaron de 14 a 9 escaños y los comunistas de Sumar y Podemos fracasaron rotundamente, no obtuvieron ni uno. No así el BNG, ese partido nacionalista cuya líder busca equipararse a los secesionistas catalanes y a los bilduetarras vascos. La señora Ana Pontón expresó más de una vez sus deseos de eliminar la monarquía e implantar la república en España. Y también, de seguir los legados de Hugo Chávez y de Maduro. Además, en 2017 valoró como éxito de la democracia la actuación separatista de Cataluña, afirmando que es el momento del fin de la represión. ¡Vaya, vaya! Se ve que esta señora ha recibido el apoyo de muchos votantes que desconocen sus verdaderas intenciones. La eligen a ella en las urnas, tal vez con la intención de que desaparezcan los sanchistas y de que el PP no vuelva a gobernar otros cuatro años más.

El PSOE ha tenido el mayor fracaso de su historia. Leyendo la prensa presentí que iba a obtener muy malos resultados. Una de las razones de su fracaso estrepitoso fue, en mi opinión, la presencia en Galicia de políticos que la gran mayoría de los españoles rechazan: los señores Zapatero y Sánchez. Una vez tras otra hemos ido viendo cómo en períodos electorales de autonomías del estado español el socialismo fracasaba. Y una de las principales razones era la presencia del señor Pedro Sánchez en los mítines. 

A Galicia fue varias veces en plena campaña electoral. Allí apoyó a su candidato, el lucense señor Besteiro, tal vez con la intención de que su presencia le diera la victoria, o al menos el número suficiente de escaños para crear un gobierno frankenstein en la Xunta, junto con otros partidos de izquierdas. Pero el fracaso ha sido rotundo. Y tan rotundo, que cuesta trabajo aceptar que Sánchez no deje ya la política y vuelva a lo que sí sabe hacer bien: jugar al baloncesto.- JT

jueves, 4 de enero de 2024

Del compresor de Maestri a la escalada presidencial

 
        Josep Borrell, un socialista ejemplar contrario a la amnistía (Foto Reuters)

¿Recuerdan la subida de Cesare Maestri al Cerro Torre en la Patagonia? Pues vamos a trasladarla a la ascensión del señor Sánchez a la presidencia de España. La vía de subida no la tenía fácil este político socialista, pero logró superarla, aunque los elementos usados causaron una fuerte decepción en la mayor parte de los españoles. Ascender de manera poco limpia, con medios artificiales, digamos artilugios rompe pueblos, en vez de usar el auténtico y lícito material de investidura, no es necesariamente una honrada y aceptable forma de ganar la cumbre.

Maestri, que fue un extraordinario alpinista y también escritor, fracasó en su primer intento de ascensión al Cerro Torre, pero la segunda vez que lo hizo, por una pared granítica repleta de hielo, logró alcanzar su objetivo. Sin embargo, pronto se supo que para abrirse paso hacia arriba no usó métodos habituales y limpios, como son maza o martillo para introducir en el hielo o la roca las clavijas. Como eran muchas las que tenía que instalar, el gran alpinista italiano, llamado la Araña de los Dolomitas, recurrió a un compresor taladro y con él, sin mayores problemas, fue abriéndose paso hasta la cumbre. Esa subida al Cerro Torre se llama hoy Ruta del Compresor.

Trasladándonos de nuevo al caso político de España, tenemos muy claro que Sánchez se tuvo que enfrentar a una escalada muy difícil. La vía de ascensión a la presidencia estaba repleta de serios obstáculos al no haber suficientes votos para recorrerla. Además, debía meter muchas clavijas si quería alcanzar la presidencia. Pero, como en el caso de Maestri, para lograrlo optó por el uso de material reprochable cuando no es una escalada seria y limpia: el compresor. Y ese aparato de aire comprimido le facilitó la rápida y firme introducción de clavijas separatistas y bilduetarras en su subida a la cumbre presidencial. Sin ellas le hubiese resultado imposible alcanzar la cima.

Borrell, la amnistía y Bildu

Uno de los mejores políticos de izquierda que tuvo España en los últimos años es el catalán Josep Borrell. Fue ministro en más de una ocasión durante el mandato de Felipe González (también de Sánchez), presidente del Parlamento Europeo, etc. Y en la actualidad es representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Política de Seguridad. Fue, y es, uno de los altos cargos más intransigentes con el separatismo, y también contrario a la participación de grupos parlamentarios de procedencia etarra en el respaldo al gobierno de Pedro Sánchez.

Hace poco más de un mes, Borrell expresó su preocupación por la Ley de la Amnistía. Sugirió no estar de acuerdo con su aplicación, lo que ha causado molestias a Sánchez hasta el extremo de que pretende eliminarlo de la lista del PSOE para las próximas elecciones europeas. Que un personaje de la talla del socialista catalán sea objeto de tan inoportuna y absurda discriminación, me parece una medida sin sentido ético y menos aún político. Borrell goza de una categoría muy superior a la de Sánchez en capacidad de acción y en profundo respeto democrático. Si esa pretensión sanchista se produjese, estoy seguro de que Borrell sería reclamado por otros partidos carentes de la radicalidad del actual PSOE para formar parte de sus listas al Parlamento Europeo.

La ruta de ascensión al Cerro Presidencial, pues, estuvo marcada por el uso y apoyo de material escasamente democrático e intolerante, hasta el punto de que aunque la escalada se haya logrado, puede resultar fallida en un corto período de tiempo. A ver si esta subida acaba como el resultado que dio la de Maestri al Cerro Torre: Así no, con esos medios no se alcanza limpia y noblemente el objetivo, decían los expertos en escalada. En el caso del alpinista italiano, fue el uso de un compresor; en el de Sánchez es la fuerza sin comprimir de separatistas y proetarras. Parece que ambos grupos le advirtieron de que o haces lo que te pedimos, o ni de coña llegas a la cima.- JT