jueves, 21 de mayo de 2020

Reforma laboral, ¿traición o consentimiento?

¿Concordia o discordia? Foto: Economía Digital
¿Qué piensa el ciudadano español cuando ve cómo un miembro del gobierno contradice a su presidente y todo sigue igual? En otros países democráticos, el cese del subordinado sería inmediato. O se le exigiría la dimisión. Quien lo nombra espera de él respeto y obediencia. Es lo menos que se puede pedir a la persona que has colocado en un cargo influyente y bien retribuido. Pero en este caso no ha sido así. El vicepresidente Iglesias y la portavoz socialista Lastra pactaron con Bildu derogar en su totalidad la reforma laboral de 2012. Parece que buscan con este acuerdo asegurar los votos de los vascos para prorrogar el Estado de Alarma y seguir en el poder. Sin embargo, el PSOE desmintió horas después que no se trataba de suprimir toda la reforma, sino cambiar tres artículos que consideran lesivos para los trabajadores. Los socialistas recularon, pero Iglesias y los vascos siguen en sus trece de que se cumpla lo acordado, es decir, derogar íntegramente esa ley.

Tamaño despropósito solo puede venir de quienes pretenden cambiar el régimen político en España de monarquía parlamentaria a comunismo chavista. Que el gran partido que fue el PSOE se avenga a proporcionar los medios para ese cambio es intolerable. Yo creo que han perdido los papeles, no saben a qué carta jugar, si volver los pasos hacia la Tercera Internacional de Lenin o seguir en la moderna socialdemocracia de la que se alejan a pasos agigantados. 

La reforma laboral que se quieren cargar el vicepresidente segundo y los vascos, con el beneplácito de la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, fue aceptada por la Unión Europea y reconocida por sus buenos frutos tras el estrepitoso fracaso de la política zapaterista. Derogar ahora esa reforma, cuando parece más necesaria para recuperar empleo una vez superada la pandemia, sería una medida tan negativa como echar agua en el depósito de gasolina del coche para que circule mejor.

Con el culo al aire
Sean tres artículos o todo el texto de esa ley, lo que más sorprende es la actitud del presidente. Hasta el momento de escribir estas líneas no ha anunciado ninguna medida contra el miembro de su gobierno que le ha puesto en evidencia. Como diría el castizo, lo ha dejado con el culo al aire. ¿O tal vez le ha dejado hacer? La reforma se derogará íntegramente, vino asegurar Iglesias, porque así se afirma en el acuerdo suscrito por UP, Bildu y PSOE.

Si no hay reacción ante tanto despropósito, si no se respetan los aspectos esenciales de esa ley corremos el peligro de que la UE no ayude económicamente a España, ni siquiera ofrezca un rescate. Iríamos entonces a la ruina absoluta del país. Aunque ante tanto desatino, uno ya duda de si no serán maniobras de la extrema izquierda para cargarse la democracia e implantar un totalitarismo comunista que nos lleve al hundimiento de la economía y, por ende, al deterioro absoluto del bienestar social. Vamos a esperar acontecimientos.- JT

jueves, 7 de mayo de 2020

Coletazos de un gobierno que ve cercano el final

Hay que tener poca vergüenza para decirle a la oposición que si decae el Estado de Alarma decaerán también las ayudas a trabajadores y empresas. O dicho de otra manera, si ustedes no apoyan esta prórroga (refiriéndose en especial al PP), serán los responsables de lo que ocurra a partir de ahora. ¿También de las muertes registradas por coronavirus? Estos políticos andan ya con los nervios a flor de piel. Sospecho que Sánchez siente próxima su caída y juega las cartas como experto tahur a todo o nada, no se anda con titubeos ni con sensatos razonamientos a la hora de negociar acuerdos. Acusa, carga sobre los demás lo que él parece incapaz de resolver.

El presidente sin mascarilla. Es la excepción de
la norma que nos impusieron. La Voz de Almería
Hasta hora, en los meses de gobierno conjunto con chavistas y comunistas ha ido de error en error. Quizá se haya dado cuenta ya de que la senda que sigue le lleva al abismo político y por eso endurece el juego mientras sus socios le van a la zaga, no quieren ser inferiores al jefe. Así escuchamos, entre otras burradas, amenazas como las de Echenique de que la oposición será culpable de las muertes que cause el virus si no se aprueba otra prórroga del Estado de Alarma. Suena de coña esta intimidación en boca de un diputado doctor en Ciencias Físicas, aunque ya nos ha ido acostumbrando a sus desvaríos con los obscenos cantos sobre mingas y jotas difundidos por la red. La nueva prórroga, la cuarta, obtuvo el respaldo del Parlamento y por consiguiente a partir de ahora los actuales gobernantes continuarán siendo ellos y sus asesores responsables primeros y últimos, incluido el citado doctor, de la propagación del virus y de las muertes que cause.

Táctica parlamentaria
Las palabras en política carecen a menudo de rigor y veracidad. Se dice una cosa, pero se piensa otra; se habla por hablar, pero siempre tratando de desprestigiar al oponente. En esta guerra de guerrillas parlamentaria participan todos los partidos, en especial los que están en el gobierno. Estos tienen más que perder. Téngase en cuenta que el ejercicio del poder no es imperecedero y acaba con quienes lo ejercen. Por eso se suele decir que gobernar desgasta, aunque en realidad desgasta más estar en la oposición. 

Lo sorprendente de la situación actual es que el señor Sánchez trate de convencernos de su capacidad para gobernar y de ser políticamente correcto. Recuérdese que con Rajoy se negó a pactar, usando reiteradamente la frase tan infantil del no es no, y le obligó a reducir la aplicación del 155 en Cataluña. De Iglesias dijo que nunca gobernaría con él, y ahí lo tenemos de vicepresidente. Abogó también por una justicia independiente. Sin embargo, acabaría colocando al frente de la Fiscalía General del Estado a una ministra de su gobierno.

En cuanto a los medios de información públicos siempre fue tajante acusándolos de sectarios y manipuladores. Y ahora, cuando están en sus manos, ¿son libres, independientes, no manipulan ni protegen a su señor? De risa. No sé quien votará a Pedro Sánchez en las próximas elecciones, pero a la vista de los resultados de su gestión creo que muchos españoles le retirarán la confianza. A este político le falta capacidad para gobernar y, por otra parte, muestra últimamente cierto aire de desinterés por todo lo que dice y hace. Al menos a mí me lo parece cuando lo veo intervenir en televisión. Quizá sea porque le esté llamando ya el dorado retiro del que disfrutan los expresidentes de esta España rica y generosa.- JT