Victoria electoral del centro y la derecha

Ayuso y Almeida, promotores del tsunami del PP. Con ellos está Feijoo, su líder

¡Menudo ambientazo había anoche en la taberna! Nada más entrar escuché el cántico de “A beber, a beber, a apurar, las copas de licor, que el vino hará olvidar, las cargas del horror…” ¿Horror?, ¿cargas? ¿no debéis decir penas del amor?, pregunté a uno de los tabernarios. "¡No, no!", me dijo. Y añadió: “Con este vino que el señor Tezanos atribuyó a los votantes de la señora Ayuso, aludiendo a “la tabernidad”, estamos olvidando el horror al que nos somete el sanchismo con sus insoportables costes de todo: de los alimentos, de la luz y el gas, de los combustibles, del IRPF, de las okupaciones, de la vivienda, etcétera. Apuramos el licor, que es el triunfo de la señora Ayuso y de Almeida, y del PP en general. Por fin vemos la luz de salida en el horroroso túnel donde nos metieron. ¡Salud, amigo!”.

¡Vaya!, no esperaba que la alegría de toda la clientela de ese local llegase a cantar de tal manera el triunfo del centro y la derecha, obtenido ayer domingo en las elecciones autonómicas y municipales. El PSOE perdió. Y no digamos quienes le apoyan, esos y esas podemitas que son ahora podiminutas y los separatistas de Bildu convertidos en bildujetas. España por fin reaccionó, ya era hora. Saca del proscenio gubernamental a los coaligados, y envía a los sanchistas al backstage o parte trasera del escenario para que descansen y recapaciten sobre los desatinos sufridos por el pueblo español en los últimos cuatro años.

El PP gana y Sánchez convoca elecciones

El PP ha logrado recuperar o ingresar merecidamente en sus liderazgos políticos una gran parte de comunidades, pueblos y ciudades de España, especialmente en regiones como Andalucía. Allí pasa a gobernar en Sevilla y en las demás capitales de la comunidad, excepto, tal vez, en Jaén. En Melilla, donde se preparaban acciones ilegales para que gobernase en ella una izquierda, presuntamente respaldada por Marruecos, esas acciones fracasaron. Así que tanto en Melilla como en Ceuta, españolas desde hace siglos, el centro-derecha seguirá gobernando durante otros cuatro años.

Hoy lunes, día siguiente de la jornada electoral, Sánchez apareció en el proscenio de La Moncloa para anunciar que cierra las Cortes y convoca elecciones generales. Ha elegido para esa celebración el domingo 23 de julio próximo, justo un día en que gran parte de los ciudadanos se encuentran alejados de su ciudad disfrutando de vacaciones veraniegas. Y además, en esa fecha el señor Sánchez llevará ya 24 días ejerciendo la presidencia semestral de la Unión Europea. ¿Captan ustedes la intencionalidad de la convocatoria electoral? Españoles alejados de las ciudades donde están censados, máxima autoridad europea… ¿Va a alcanzar, pues, el señor Sánchez, la mayoría absoluta o compartida con otras fuerzas políticas para poder seguir en el poder? ¿Eligió ese mes y día con la finalidad de tener más posibilidades de éxito? ¡Ojo al parche!

La espantosa herencia que van a dejar

Hace años dije en un comentario que a este político le faltaban hervores para gobernar con éxito. Con el tiempo, su actuación ha venido a mostrarnos que no le falta ni mucho ni poco hervor. Ha sido y es un dirigente fracasado. Pero quienes le sucedan heredarán una España repleta de problemas. Recibirán un legado de espanto, que costará mucho regular. El empleo no aumenta, sobre todo el juvenil. Los precios de la cesta de la compra continúan por las nubes. También los combustibles y la energía. La propiedad privada lleva camino de desaparecer. La Justicia sigue sin mantenerse independiente, cuando es uno de los tres pilares del Estado de Derecho. Campesinos y ganaderos sufren en sus carnes los problemas derivados de la subida de precios y de la falta de agua. La construcción de viviendas sociales donde poder alojar a personas sin recursos económicos y sin techo, continua estancada. El descomunal aumento de empleo público, mantenido con el dinero de todos, no se reduce. Los impuestos amenazan con meter en la pobreza a muchos ciudadanos…

¿Adónde nos está llevando el gobierno actual y sus coaligados comunistas, bildujetas y secesionistas? A ver si a partir de finales de julio España se libera del peso que hoy la atenaza, y sobre todo de esos políticos y políticas de ahí arriba cuya actuación, como la de su precursor Pablo Iglesias, se parece más a la de los charlatanes de feria (estos hacen bien su labor) que a la de un gobernante serio, culto, experimentado y dotado de suficiente capacidad para conducir el país hacia un bienestar perdido con la implantación del sanchismo.- JT