martes, 22 de agosto de 2023

El incendio de Tenerife, ¿intencionado o casual?

¿Quién prende fuego a nuestros bosques?

Arde que arde y no deja de arder. El fuego, ese elemento natural maldito cuando surge incontrolable, pero beneficioso si se prende con control, está destrozando una de las zonas más hermosas de Europa, la isla canaria de Tenerife. Exactamente en Arafo y Candelaria. Es un territorio repleto de valles y montañas de hermoso aspecto. De los treinta y tres volcanes que hay en las Canarias, nada menos que once están en esa isla. Son todos volcanes inactivos, pero creadores de parajes de ensueño en los lugares que ocupan.

Si repasamos la actividad incendiaria de los bosques de España tendremos a Galicia en el primer lugar de la lista, en especial la provincia de Ourense. Y también a Cantabria y a la comunidad asturiana. Por supuesto que hay otras zonas de la península duramente castigadas por el fuego descontrolado. Por ejemplo, la de las Minas Río Tinto, la Sierra de la Culebra, zonas de Castilla y León, de la Comunidad Valenciana, etc. Pero no solamente sufre España esta terrible ola de fuego en montañas y valles. También Portugal fue, y sigue siendo, lugar de grandes incendios forestales, con numerosas víctimas humanas en algunos casos.

Volviendo a Tenerife, no debemos olvidar que aún no están alejadas cronológicamente las últimas quemas sufridas en esa isla y en Gran Canaria, en el transcurso de cuatro años, a partir del 2005. En la zona tinerfeña de Los Realejos el fuego arrasó más de dieciséis mil hectáreas, y en Gran Canaria unas diecinueve mil. Este incremento de incendios forestales no sólo afecta a España, también hay otras muchas zonas del planeta que han sido o están siendo arrasadas por los incendios.

Nos hemos preguntado muchas veces si estos siniestros son intencionados. Y hay estudios que dan una tasa de intencionalidad superior al cincuenta por ciento. El resto obedece al fuerte despoblamiento rural. Y también a leyes que impiden la acción humana voluntaria en la limpieza del los bosques. Si uno acude con frecuencia a zonas rurales, en especial a las del norte de la península, podrá ver claramente cómo han desaparecido miles de huertos, cómo gran parte de los bosques están en total abandono, apenas hay ya ganadería extensiva y, con cierta frecuencia, se ven quemas de rastrojos en fincas y praderías controladas por el hombre, pero con peligro de extenderse y causar grandes daños.

Causas de los incendios

Hay quien atribuye los incendios forestales a disputas entre vecinos, descuidos, e incluso a terroristas movidos por la intención de hacer daño a una sociedad opuesta a la suya. También a inmigrantes deseosos de venganza por no recibir los beneficios económicos que el Estado proporciona a extranjeros sin trabajo. Puede haber algún caso, pero tal vez sean minoría. Aunque, siendo así, el terrible daño que hacen no justifica de ningún modo sus acciones. Si se les localiza, deben ir a la cárcel de manera inmediata. En el caso de Tenerife, la Guardia Civil tiene pruebas de haber sido intencionado. Conviene recordar que raramente recibimos noticias de detenciones y encarcelamientos de pirómanos. Y el daño que el fuego está causando en la naturaleza tiene efectos desastrosos, tanto en los seres vivos como en el habitat que protege su existencia.

El presidente en funciones, señor Sánchez, ha ido a Fuerteventura. Hizo acto de presencia en un ambiente sumamente caldeado por las graves consecuencias del incendio forestal. Miles de personas han visto el entorno de sus viviendas destrozado por las llamas, y han tenido que abandonarlas hasta que se logre apagar el fuego. Sánchez prometió que declarará zona catastrófica la que está siendo afectada por las llamas. Aunque todavía no sabemos si seguirá siendo presidente, realiza una promesa que ignoramos si la podrá cumplir. Porque, sigue aún de actualidad la falta de ayuda a cientos de perjudicados por el volcán de la isla de La Palma. Sánchez les prometió dinero para recuperar sus viviendas, o construir otras nuevas, pero hasta hoy esa promesa no ha sido cumplida.- JT