lunes, 29 de abril de 2019

El CIS acertó: gana el PSOE, se hunde el PP

        El CIS acertó. No había visto yo hasta ahora un pronóstico tan preciso como el de la macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas que dirige el socialista señor Tezanos. Clavó, aunque haya sido por abajo, los resultados de las elecciones generales. En la horquilla de escaños que daba a cada partido se adjudicaban como mínimo 123 diputados al PSOE y 66 al PP. Ciudadanos sobrepasaba claramente a Podemos y entraba Vox por primera vez en el Congreso de los Diputados Y así fue. Ni uno más ni uno menos. Ahora queda claro que Tezanos no intentaba favorecer al PSOE con unos resultados que parecían estimular el voto de la derecha ante el temor a perder las elecciones. La encuesta fue tan verdadera y vistosa como cola desplegada de pavo real. No hubo engaño ni intencionalidad de favorecer a su señor.

Sánchez aplaude su victoria (El Confidencial)
    Generalmente, cuando se aproxima la jornada de votaciones, los partidos prefieren obtener en los sondeos mayorías dudosas con las que activar la participación de los votantes. Si uno ve garantizada la victoria de su partido, pues no vota, cree que hay margen suficiente para ganar. Por eso opinaba yo, en una entrada anterior, que aquel sondeo del CIS favorecía la participación del centro y la derecha al darle al PSOE la cifra rotunda de 123 escaños y anunciar el hundimiento del PP. Ahora toca esperar a ver qué dirección toman los ganadores en sus pactos a derecha e izquierda. No es nada fácil gobernar un país de tantos contrastes como España. Por un lado, liberales y conservadores aprietan fuerte y no parecen dispuestos a renunciar a sus proyectos. Por otro, la mermada izquierda apura y exige participación en el gobierno, mientras catalanes y vascos independentistas se hinchan como globos tras los respectivos avances en escaños.
        Los conservadores se hundieron en el Congreso y en el Senado, en el País Vasco y en Cataluña. Y en mi opinión, varias razones propiciaron la derrota. Una ha sido el exceso de atención hacia Vox como temido depredador de votos populares. Otra, el giro del PP hacia una derecha recalcitrante, encarnada por el señor Aznar. Casado tiene también en parte responsabilidad directa en su fracaso. No se debe machacar una y otra vez al adversario con argumentos repetitivos e incluso insultos; no se debe afirmar y presumir de que uno se siente presidente de España cuando no se tienen todas las bazas; no se debe repetir de forma abusiva la intención de aplicar el artículo 155 en Cataluña, cuando la partida aún no ha terminado. Todas estas y otras actuaciones hacen más dura la caída.
        En fin, los ciudadanos españoles no están para escuchar amenazas, presenciar sobresaltos y oír insultos. Tal vez el PP pueda recuperar su grandeza como partido cuando regrese a los lugares de los que nunca debió salir: el centro, la seriedad y las buenas formas en su hacer y decir. Y sobre todo, deberá recuperar el liderazgo del liberalismo sin perder de vista costumbres, tradiciones y hechos históricos. Si Vox quitó al PP votos por la derecha, como así parece ser, Ciudadanos lo hizo por el centro entre aquellos electores desencantados con el comportamiento del PP, en el que la corrupción y luchas intestinas jugaron roles indiscutibles.

“Prodigios", de TVE, elección final 
        El programa Prodigios emitido por TVE han tenido dosis de injusticia. Se dio la circunstancia de que la totalidad de niños y niñas participantes estaban a un nivel artístico muy difícil de valorar. La eliminaciones fueron tremendas para los protagonistas y también para el espectador. Cada uno en su especialidad, danza clásica, canción lírica e interpretación instrumental, mostraron su alta valía e incluso virtuosismo ante un jurado de lujo compuesto por Ainhoa Arteta, Nacho Duarte y Andrés Salado.
Parejo, Infante y el ganador Ramos (RTVE.es)
        Llegados a la final, había que elegir a un solo ganador. No sé quién ideó el programa, pero exigirle al jurado decidir entre un bailarín, un cantante y un músico, todos niños y niñas prodigios, era poco menos que colocarlo en un potro de tortura. Le dieron el premio a Saïd Ramos, un adolescente que danza con la habilidad, el frescor y la dulzura de una mariposa, premio muy bien merecido. Pero los otros dos finalistas, uno virtuoso del violín, el otro intérprete de canción lírica, de voz angelical y de buena afinación y timbre para su edad (nueve años), se quedaron a la puerta de la elección. El ganador recibió veinte mil euros y un curso de perfeccionamiento intensivo en la Universidad Alfonso X El Sabio.
        En mi opinión, hubiese sido más justo premiar en cada especialidad, porque elegir ganador entre tres modalidades de arte tan diferentes es poco menos que pedir peras al olmo y mezclar churras con merinas. Claro que, para no meter en tal aprieto al jurado, los organizadores dejaron la decisión final en manos del público. O sea, que no pudimos conocer las razones de la elección ni el número de votos, ya que la votación fue anónima. Nos quedamos sin saber por qué consideraron al bailarín mejor artista que al Sängerknabe Raúl Parejo o que al virtuoso violinista Jaime Infante. Cosas de la tele.- JT

miércoles, 24 de abril de 2019

Tensos y acalorados debates electorales en televisión

Mal vamos. España no se merece candidatos del nivel de los púgiles políticos que el pasado martes compitieron por ganar el Gobierno. Los he visto agresivos, insultantes, groseros a veces, mentirosos otras, y todo el tiempo cargados de una tensión expresiva que los españoles no nos merecemos. Tras el agitado debate de la noche anterior en TVE, esperaba yo que en el segundo round verbal de Antena 3 hubiese más seriedad, menos groserías, algo de tranquilidad y sobre todo clase en estas personas que tienen ante sí el importante cometido de dirigir España. Pero fallé en mi presentimiento, porque los cuatro participantes volvieron a enzarzarse en acusaciones mutuas, mostrando un tono agrio y una actitud distante (1).

Los cuatro candidatos. Diario AS
Si tengo que hacer una valoración por candidato debo admitir que tanto el señor Rivera como el señor Casado fueron los más contundentes y claros en sus intervenciones. Rivera recurrió a tretas estudiantiles al poner sobre el atril de Sánchez su tesis doctoral y desplegar un rollo de papel con los casos de corrupción del PSOE. El día anterior había hecho algo similar, mostró una foto enmarcada del presidente y Torra en La Moncloa. Este joven político, locuaz e inquieto, entusiasma a muchos votantes cansados de los bandazos ideológicos del PP y de la deriva hacia no se sabe dónde del PSOE sanchista. Por su parte, el señor Casado, discreto en el round de TVE, hizo uso en Antena 3 de su lado más demoledor, destapando las incongruencias y falsedades del aún presidente. Con la indirecta de la muñeca rusa tuvo un rasgo de originalidad al atribuírsela a Sánchez y descubrir lo que había dentro de ella: independentistas, podemitas, Bildu, Otegi, etc.

La sorpresa nos la dio el señor Iglesias al volver a la inveterada expresión de cabreo que le caracteriza, frunciendo el ceño al hablar. Y, ¡oh sorpresa!, una y otra vez exhibió un ejemplar de la Constitución que él desea transmutar, para recordarnos los artículos que contiene sobre derechos de los españoles a vivienda digna, trabajo, educación, etc. Exhibió, digo, la Carta Magna en cuyo texto se consagra a España como un Estado social y democrático de Derecho y al Rey como Jefe del Estado y símbolo de unidad y permanencia. En el segundo debate el señor Iglesias fue aún más sorprendente al erigirse en árbitro de la trapatiesta de sus compañeros de plató, a los que llamó al orden y les pidió calma, pues los señores Casado, Sánchez y Rivera discutían duramente.


Solo palabras
El señor Sánchez mantuvo distancias y se mostró impreciso en todas las intervenciones. Dio la sensación de no tener respuesta a las preguntas de los competidores. Parecía ignorar los temas que le planteaban. Para defenderse de las acusaciones de los otros tres candidatos, exhibió documentos que de poco le sirvieron (uno de ellos al parecer falso) porque los tres adversarios fueron por él, especialmente PP y Ciudadanos. No logró, pues, aclarar qué hará si gana las elecciones.

Por lo demás, palabras, palabras y palabras. Muchas palabras. En torrentera. ¡Qué lejos están los cuatro de políticos como Brandt, Adenauer, Boyer, Landelino Lavilla, Calvo Sotelo, el mismo Suárez, Felipe González, Corcuera, etc. Había en ellos estilo, clase, aplomo, criterio, seriedad... justo lo que necesitan los jóvenes de hoy para ser creíbles. Mas vamos a esperar a que el tiempo y los contratiempos les den la madurez que les falta. Mientras tanto, Vox, el temido e injuriado partido de Abascal, se baña en multitudes cuando aparece en público. Yo soy un indeciso más; confieso mi duda entre dos partidos. Pero, como dice mi contertulio de bar, don Gerva, rememorando a Eisenhower, la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos. Entonces, ¿a quién voto? JT
               
(1) Si hay algo que me revienta es el teatro que unos y otros le echan a sus actuaciones. Tras la enconada lid del plató, ya fuera de focos, las cámaras nos mostraron a los contertulios felices y sonrientes, abrazando y besando a los hombres y mujeres de sus respectivas cohortes. Las imágenes de ese final trasmitían un tono artificioso a las intervenciones que minutos antes vimos en el plató. Es bueno reír después de la tensión vivida, pero recuerden que el que ríe al último ríe mejor.

martes, 9 de abril de 2019

La encuesta que anima el voto de centro y derecha

        Un aplauso al señor Tezanos por la eficacia de sus sondeos electorales. El que acaba de publicar el CIS, centro que dirige este exmiembro de la Ejecutiva del PSOE, es el mejor reclamo a la participación del electorado del centro derecha y aún, si me apuran, a todos aquellos votantes de izquierda descontentos con Pedro Sánchez y sus desafíos a la sensatez política. El sondeo da a los socialistas el doble de escaños que al PP, con la posibilidad de que gobierne sin recurrir a los independentistas. Nos lo anuncian como el resultado de una macroencuesta en la que Ciudadanos sube, baja Unidas Podemos y entra Vox en el Parlamento español.

El CIS mueve el voto de derecha y centro
Las reacciones de unos y otros no se han hecho esperar. Frente a los que ven con escepticismo el resultado, los más ingenuos se lo creen a pie juntillas y se lo atribuyen al, en su opinión, erróneo proceder de los adversarios. Mucha vaca, mucho campo, mucha aldea y mucha fiesta, cuando deberían de moderar sus discursos y seleccionar con criterio de oportunidad sus apariciones en ciudades, pueblos y aldeas. Digo esto, porque más que nunca la campaña parece fiesta y torneo entre oponentes en extremo desiguales. Los ciudadanos aún no nos hemos acostumbrado a soportar tanta descalificación y tanto jolgorio, tantas risas y sonrisas, como si la situación de España estuviera para irradiar felicidad.
        Mi humilde sondeo personal da resultados muy distintos a los del CIS. Me muevo en muchos y muy diversos ambientes. Y de lo que escucho a diario, extraigo una conclusión sin pretensiones de acertar: los socialistas se van a dar una sonora torta, mientras que centro derecha y liberales mantendrán resultados anteriores, más favorables a Ciudadanos que al PP. Y Vox, la nueva fuerza a la que muchos miran ya como el adalid del cambio, otros como partido de extrema derecha, irrumpirá en la política española con un abultado número de escaños. A todo esto contribuye la encuesta del señor Tezanos, pues estimula a los votantes de dudosa participación a que, ante la anunciada victoria del socialismo sanchista vayan -esta vez sí- a depositar el voto en las urnas. Flaco favor hace el CIS con este sondeo a los compañeros de viaje del exdirigente del PSOE.- JT

martes, 2 de abril de 2019

Ainhoa Arteta: si lo sé no vengo, o algo parecido

Raúl Parejo emocionó a Ainhoa Arteta
        Confieso que yo también me emocioné el pasado sábado al escuchar la voz enternecedora y seráfica de aquel angelito de Prodigios. En esta segunda entrega, el nivel de los niños y niñas participantes se mantuvo a la altura del primer programa emitido por la uno de TVE. Grandiosas voces, grandiosas ejecuciones de baile clásico, grandiosas interpretaciones con instrumentos tan dispares como el piano, la trompeta y el violín. Si usted aún no ha visto este espacio, no se pierda las próximas emisiones. Quedará cautivado por la calidad artística que tan cándidos y menudos personajes derrochan en el escenario.
        La soprano guipuzcoana Ainhoa Arteta, una de las más grandes joyas del mundo en canción clásica, dio muestras de extraordinaria sensibilidad durante la actuación del jovencito Raúl Parejo, de voz fina, angelical, propia de los mejores Sängerknaben vieneses (niños cantores), capaces de elevarnos a la gloria con el sonido de sus voces. Ainhoa no pudo contener el llanto al escuchar aquel sonido puro e inocente, perfectamente modulado, de clara dicción y rica expresividad, y de respiración e intensidad bien controladas. Fue el canto de un niño al que se le augura un futuro prometedor. Su voz cambiará con los años y, si no se malogra, será un tenor excelente.
        Al llegar el turno de selección de semifinalistas, Ainhoa se vio en un gran aprieto. Tanto es así que una y otra vez tuvo que expresar a voces sus dudas sobre si seguir o romper el contrato porque, eliminar a esos pequeños pero grandes artistas, era tarea muy dolorosa, pues todos estaban al mismo nivel. A un nivel muy alto para su edad en las modalidades de canto, danza e interpretación instrumental establecidas en el concurso. Sospecho que la soprano debió de pensar “si lo sé no vengo”, cuando se vio comprometida a elegir al mejor de los concursantes primus inter pares, es decir, todos primeros entre iguales en calidad artística. Dura tarea, pues, la que le tocó a ella y a sus dos compañeros de jurado, el excelente bailarín de danza clásica Nacho Duato y el no menos valorado director de orquesta Andrés Salado. En fin, la eliminatoria continúa, y si los nuevos participantes mantienen el nivel de los que actuaron en los dos primeros programas, los miembros del jurado tendrán que seguir eliminando, por cruel que sea la decisión, a unos niños y niñas prodigios, todos ellos, en sus distintas modalidades artísticas.- JT