miércoles, 14 de julio de 2021

La no democracia y el estallido de un pueblo oprimido

 Oiga, ¿Cuba es una dictadura? ¿Cree usted que lo es?

Disturbios en Cuba (Diario La Libertad)

Depende. Si se lo pregunta al presidente y a los demás miembros del Gobierno español le dirán que no es una democracia. Si me lo pregunta a mí, le diré que sí, dictadura pura y dura.

Pero si no es una democracia ¿qué es? Una comuna, un populacho, un vete tú a saber, un régimen indefinido, un campo de concentración…

Vaya, vaya, con su última definición se ha aproximado bastante a la realidad.

¿Sí?, pues para los miembros de Podemos que están en el Gobierno es un ejemplo a seguir. He leído que la ministra Yolanda Díaz alabó a Fidel Castro. Dijo que con él caminarán los pueblos, y usó lenguaje militar para despedirse de él: ¡Hasta siempre comandante! Esta comunista admira la figura de uno de los más grandes dictadores de la historia contemporánea. ¡Vaya que sí!

Pues ya ve qué pasa por la falta de democracia. El pueblo se ha sublevado, ha estallado en protestas y con razón, porque en la isla no hay libertades, ni hay comida, ni medicinas… No hay ná de ná, amigo.

Las noticias hablan de muertos, presos y desaparecidos. Los disturbios siguen. El estallido popular va en serio. Hay síntomas claros de hartazgo tras cincuenta años de dictadura marxista-comunista.

¿Tanto aguantaron…?

Y a ver lo que les queda, porque el mundo no parece reaccionar ante tanta opresión e injusticia. Cuando hay hambre, cuando el ser humano no puede acceder a una medicación para curarse o para mejorar su estado de salud, porque los medicamentos no han dejado de escasear, pues recurre a la fuerza, no le queda otra.

¿Estuvo usted en la isla?

No, pero he tenido buenas referencias sobre la situación. El admirado Che Guevara, cuya imagen aparece con frecuencia en paredes y edificios de la isla, fue un auténtico asesino. Esas personas no luchan en favor de la justicia social, y cuando lo hacen, poniendo al pueblo por delante, lo que buscan es su propio enriquecimiento y bienestar. ¿Sabe usted de algún gobernante de la desaparecida Unión Soviética que haya pasado hambre, que se haya empobrecido…? No, claro que no. Los comunistas utilizan al pueblo como objetivo a mejorar, buscan su respaldo haciendo promesas estériles, pero quienes realmente mejoran son ellos.

¡Pues sí que es verdad! Ya veo que lo que usted dice es una realidad en Corea del Norte, en Venezuela, en China y en otros países de regímenes comunistas, dictatoriales, populistas. Y para mayor inri se hacen llamar democracias.

Sánchez y el presidente de Cuba Díaz-Canel en
una reunión de la ONU (Foto Libertad Digital)

Sí, como la alemana, como la de la desaparecida República Democrática Alemana donde libertades y derechos estaban totalmente restringidos. Había un control absoluto del pueblo, y al que intentaba huir del país le pegaban un tiro o en el mejor de los casos lo detenían.

Castro liquidó un régimen dictatorial. Pero si el pueblo creía que la situación iba a mejorar con el cambio, erró en su pensamiento porque al instalarse el comunismo la situación no mejoró. Mire amigo, en los años noventa vinieron a España varios profesionales de la televisión cubana a realizar algunos programas en coproducción con una televisión de nuestro país. Estuvieron felices trabajando aquí durante unos veinte días. Y al marchar, los compañeros españoles quisieron darles unos obsequios. Les preguntaron qué les gustaría llevar a Cuba, y ¿sabe usted cuál fue su respuesta? Pues ni más ni menos que comida y medicinas. Ya entonces escaseaban ambas cosas. Así que no me sorprende que si treinta años después de lo que le acabo de contar, la situación sigue igual, el pueblo cubano, harto de padecimientos, salga a la calle a pedir pan, fármacos y justicia social.

¡Tremendo! Aún así, conociendo las barbaridades y fracasos de los regímenes comunistas hay políticos, hombres y mujeres, que abogan por implantar en España el comunismo. ¡Inaudito!

Pues mire usted, cuando el señor Sánchez dijo que en Cuba lo que había era falta de democracia, en vez de calificar el castrismo de régimen comunista y dictatorial, me acordé del franquismo. Para esa izquierda arrogante y mediocre Franco fue entonces un claro dictador, pero, por el contrario, Fidel impuso un régimen de no democracia. Con estos mimbres, mal cesto tendremos si las cosas no cambian.

Bueno, verá. Sin tratar de defenderlo, debo decirle a usted que Sánchez dio una respuesta muy gallega. O sea que, al calificar a Cuba de régimen no democrático, admitía que es dictadura o bien comunismo porque, en ambos regímenes, derechos y libertades están restringidas o anuladas.

Vale, dejémoslo aquí. Adiós amigo.- JT