miércoles, 4 de agosto de 2021

Colau, el retraro del Rey, Armengol y el islam

Josep Sort
Ada Colau. EFE
Don Gervasio de la Melancolía y Fontellos, de ilustres raíces castellanas, es persona de bien y asistente asiduo a la taberna. Goza de las simpatías de los parroquianos habituales del local, todos ellos admiradores de la Ayuso, la joven presidenta que le echó valor y obtuvo los votos de la inmensa mayoría de los madrileños. O de los tabernarios, en decir de un sociólogo cocinillas socialista. A don Gervasio le entusiasma el diálogo, la conversación, el contraste de opiniones, actividad que a menudo ejercita en el bar. De vez en cuando prefiere otros medios de comunicación, como la red o el teléfono. Ayer recibí una llamada suya. Hacía tiempo que no conversábamos por este medio.

¡ Hola don Gerva! -así le llamo amistosamente, tras varios años de relación tabernaria-. ¿Cómo le va?

– Más bien mal, Temes. Ya sabe usted que esta miseria política que nos gobierna me tiene enojado, no aguanto tanta incompetencia, tanta mentira, tanta falta de respeto hacia nosotros, los ciudadanos que debemos aguantar el peso de unos ineptos gobernantes. Y me refiero a unos y a otros, porque los separatistas no andan mancos de argucias para lograr su objetivo. Lo peor del caso es que Sánchez pica el cebo fácilmente, no sé si inconscientemente o por ambición personal ligada al poder. Esto va muy mal, Temes…

– Bueno, tan mal no va. Ya ve, la justicia, por ejemplo, ha puesto en su sitio a la alcaldesa de Barcelona obligándola a colgar el cuadro del Rey en el Ayuntamiento, como manda la ley. Un símbolo de nuestra monarquía que la podemita Ada Colau retiró porque ella se considera republicana y, claro, el Rey le molestaba.

– ¿Pero qué cachondeo es este, Temes? Como no soy monárquica, pues hago lo que me viene en gana con los símbolos oficiales. Estos desatinos solo pasan aquí, en España, porque en cualquier país civilizado y democrático, si la ley no se respeta, se sanciona al transgresor.

– Ya, pero, esa señora no es la única que falta al respeto a los demás. Hace años, un destacado secesionista le llamó a ella “puta histérica española” y además prometió en un tuit hacer limpieza de españoles, supongo que en Cataluña. Fue un candidato de JxCat, un tal Josep Sort. También llamó nazi al socialista Salvador Illa. Ese individuo era el presidente de Reagrupement. Y digo era, porque a raíz de esas injurias e insultos dimitió. Le diré que la Reagrupement, por si no lo sabe, es una entidad dedicada a difundir, defender y estudiar el independentismo catalán y el republicanismo. ¡Menudo pájaro!

– Estamos en manos de políticos poco serios. En España hay demasiados, habría que reducir drásticamente cargos y chiringuitos, la mayor parte creados para dar trabajo a compañeros de partido y amigos. No ve cómo en Italia se han dado cuenta del derroche de cuartos que supone pagar a toda esa gente. En un referéndum sobre la reforma de la Constitución, la gran mayoría de los ciudadanos votó a favor de reducir los costos de la política y dar mayor eficiencia a las instituciones. Aquí esto no se toca, ¡Dios nos libre!, porque se nos mueren de hambre miles de almas en gloria beneficiadas por quienes alcanzan el poder. Le digo claramente, Temes, que entre otros nos sobran parlamentarios y senadores. ¡A manta! Tenga en cuenta que los porcentajes de representatividad ciudadana en todas las instituciones, incluidas las de las autonomías, los han establecido los propios políticos. Y así vamos de mal en peor, acumulando una deuda de vértigo y miseria social. Falta mucho sentido común…

– Sí, sí, y la última patada al sentido común la dio la presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, con su proyecto de eliminar la enseñanza de la religión católica en los colegios y cambiarla por la del islamismo. ¿Adónde nos quieren llevar estos políticos?

– Pues a su redil, Temes, a tenernos bajo su bota. Esto cada día se parece más a Cuba o a la China comunista que a un país libre y verdaderamente democrático. Y lo peor de todo es que se está creando en la sociedad un ambiente contrario al poder actual que causa pánico. Ya ve, los obispos acaban de calificar la situación de resurgimiento de las dos España. Dicen que es artificial, sí, pero mientras dura, causa un gran daño a los españoles de bien. En fin Temes, seguimos la charla esta noche en la taberna, porque cada vez que hablo de estos temas mi enojo va en aumento; así que vamos a dejarlo aquí. ¡Hasta luego!

¡Adiós don Gerva! Y serénese, que todo se andará. Bien sabe usted que nunca llovió que no escampara, como dicen los gallegos... Gracias por su llamada.- JT