miércoles, 3 de mayo de 2023

Dos de Mayo: La presencia de un ministro sin invitación

 

Celebración del Dos de Mayo. La presidenta de Madrid saluda al ministro Bolaños (Madrid Total) 


Parece que la proximidad de elecciones mueve a los políticos a aumentar desavenencias. Aprovechan cualquier oportunidad para sacudirle caña al adversario. Es el caso reciente del ministro Félix Bolaños. Se presentó a los actos cívico-militares del Dos de Mayo en Madrid en homenaje y recuerdo de aquellos héroes liquidados por fuerzas invasoras napoleónicas. Los organizadores de los actos invitaron a las ministras del gobierno Sánchez, las señoras Margarita Robles, titular de Defensa, e Isabel Rodríguez, portavoz del Ejecutivo. Esta última no acudió a los actos. Lo hizo en su lugar el señor Bolaños, pero sin invitación.

A este ministro no se le permitió entonces estar en la tribuna de autoridades para contemplar desde ella el desfile militar por dos razones bien sencillas. La primera, porque no había sido invitado, y la segunda, porque el gobierno estaba ya bien representado por la señora Robles. No obstante, Bolaños tuvo sitio en buen lugar para presenciar los actos. Y como era previsible, la decisión de las autoridades autonómicas madrileñas de no permitir la presencia del ministro en esa tribuna tuvo rápida respuesta. Muy pronto surgieron desde el Gobierno quejas contra el PP y en especial contra la presidenta Ayuso.


Desde Moncloa se acusa a lo populares de incumplir “las normas básicas de nuestro Estado democrático y de derecho”, e incluso de deslealtad institucional. También de tratar de deslegitimar al Gobierno. Son descalificativos que, en mi opinión, forman parte del proceder político propio de tiempos preelectorales. Oír esas opiniones de dirigentes tan poco democráticos en su proceder causa sonrisa. Porque, por ejemplo, aún suenan los improperios lanzados por el señor Sánchez contra Feijoo en el Senado. Improperios sin razón ni fundamento de atribuirle mala fe e insolvencia que, además, forman parte de la estrategia de la izquierda para impedir que el líder del PP gane las próximas elecciones. Y esa estrategia la usan también otros miembros del Ejecutivo, sobre todo los del partido de Sánchez, cada vez que intervienen públicamente.

Cena de Feijoo con los fiscales
La oportunidad de la protesta por el caso Bolaños también la aprovecharon los socialistas para calificar de “gravísimo” el hecho de que el líder popular, Núñez Feijoo, hubiese ido a cenar con los fiscales. El nivel de simplezas que debemos escuchar es tan alto que produce risa. A los ciudadanos nos deben tomar por tontos. ¿Por qué el presidente del PP no puede compartir mesa con los fiscales de España? ¿Cree el señor Sánchez que de esa cena van a salir duras medidas contra él por los fallos que tuvo, por ejemplo, durante la pandemia, y ahora con las subidas desproporcionadas de impuestos, de los precios de los combustibles y la energía, de la dura carestía de la vida y de la inmensa deuda pública que atenaza el futuro económico de España?

Sabemos la gran mayoría de los españoles a qué cartas juegan los sociocomunistas para buscar triunfos electorales. Pues sigan, sigan por esos caminos y jugando a esas cartas, que al final van a recibir un sonoro pantocazo, mas no de mar montañosa, sino de una inmensa oleada de votantes molestos con la izquierda por su pésima gobernabilidad. A causa de su torpe y manipulado proceder, España ha pasado, de vivir en bienestar, a sentirse víctima de un proceso de degradación económica y social que está llegando a extremos insoportables.- JT