lunes, 8 de marzo de 2021

Los "muchos álguienes" de la señora Carmen Calvo

Señora Calvo. Javi Martínez. El Mundo
Hay preguntas que pueden encender el ánimo de una persona de manera más o menos fuerte. Lo observé en la reciente entrevista que el prograna de TVE, La Hora de la 1, realizó a Carmen Calvo. La vice del gobierno Sánchez parecía estar tensa durante el tiempo que duró la entrevista, a pesar de que en las preguntas no se observaba tendenciosidad ni ánimo de molestarla. Tal vez esa expresión de tirantez forme parte de su personalidad. El tema principal, el feminismo, no podía ser más oportuno porque se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer. De la señora Calvo conocía algunas de sus torpezas idiomáticas, difundidas ampliamente por la redes sociales. Aquello de fraila, quijota, etc., siempre me pareció que formaban parte del lenguaje inclusivo de esta destacada feminista. No así frases como pedir que la Unesco legisle para todos los planetas, que el dinero público no es de nadie, que el idioma español está lleno de anglicanismos o que cuando deje de ser ministra seguiré siendo yo, que es mi verdadero cargo

La señora Calvo es doctora en Derecho Constitucional, profesora universitaria y vicepresidenta primera del Gobierno de España. A tan alta jerarquía política hay que exigirle propiedad en el habla, corrección gramatical y sobre todo no hacer el ridículo en público. He creído que las expresiones poco afortunadas que se le atribuyen, errores como anglicanismo en vez de anglicismo, planetas en vez de naciones o países, etc., eran lapsus linguae que cualquiera puede cometer en un momento en el que no se presta atención a lo se está diciendo. De la misma manera que lo de fraila o quijota obedecía a su defensa del lenguaje feminista inclusivo. Pero hoy me llevé una decepción al escuchar su respuesta, en la entrevista de TVE, a una pregunta de la presentadora sobre si hay o no división en el feminismo. En el contenido de la respuesta vino a decir que no sé por qué alguien o muchos álguienes, y largó este pronombre en plural de manera clara, contundente e inequívoca.

¿Cómo un cargo de su nivel, una doctora en Derecho Constitucional y exministra de Cultura puede expresarse con tan poca propiedad, cometiendo graves errores gramaticales? Políticos del nivel expresivo de la señora Calvo causan vergüenza ajena. Al menos a mí me sonrojan. Se puede ser quijota o fraila, presidenta o soldada, allá cada cual con su lenguaje, pero por favor no cometan faltas gramaticales tan graves como el falso empleo de los pronombres, porque alguien carece de plural y no va a ser aceptado por mucho que esta señora lo repita. Me chirriaron las neuronas al oír a tan alta jerarquía del Estado decir muchos álguienes sin reparar inmediatamente en su error. La señal eléctrica que transmitió a mi cerebro tal burrada, activó el axón y envió la corriente a todo mi cuerpo. Me dejó colapsado.

El nivelazo gramático-cultural que hay ahí arriba causa pavor. Un par de ejemplos: Las explicaciones de la señora Yolanda Díaz en rueda de prensa sobre los ERTE, queriendo definir esta forma de ayuda a empresas y trabajadores. Fue tal su ofuscamiento al explayarse, que ninguno de los presentes supo de qué iba la cosa. Y a su vez, la señora portavoz del gobierno, doña María Jesús Montero, dio muestras de sus profundos conocimientos de química al asegurar que agua y sal no pueden mezclarse, confundiendo aceite con sal. ¿Sobrecarga de trabajo? ¿Tensión o nerviosismo, o fallos del sistema cognitivo por precario? Ignoro a qué se debe tanta metedura de pata.- JT