Nicolás Maduro |
¡Qué horror! Nuestro gobierno cada día nos sorprende con cambios en sus actuaciones. Hasta hace poco tiempo parecía que iba a rechazar plenamente la presencia de Maduro en la presidencia de Venezuela, pero no. Ahora, el mismo Sánchez lo critica. Eso sí, suavemente, pero no acepta con firmeza el cambio de gobierno que los venezolanos han elegido con sus votos. Es más, acaba de ayudar a Maduro en el traslado a España del ganador de las elecciones venezolanas, Edmundo González Urrutia. Un traslado que contribuye a mantener la permanencia de Nicolás Maduro al frente de Venezuela.
Estamos ante un dictador chavista de pies a cabeza. En sus intervenciones públicas, produce asco y malestar. Grita y grita encolerizado, lanzando acusaciones que dejan estupefactos a quienes lo ven y lo oyen. En la tribuna donde se sitúa para intervenir en público, las amenazas que lanza contra las personas que no son de su cuerda parecen estar cargadas de odio hacia ellas. Sobre todo cuando al atacar a sus adversarios lanza gritos y mueve los brazos en tono amenazante.
González Urrutia tuvo que protegerse de Maduro y adláteres en dos embajadas, para que no lo detuvieran. Salió finalmente de la de España hacia este país. Por su parte, el ministro Albares afirma que no hubo negociación sobre el traslado del líder venezolano a Madrid. Vino, pues, a decir, que no se trató con nadie del gobierno de Venezuela sobre ese tema. ¿Ha sido así? Bueno, bueno, hay hechos que no lo confirman. Por ejemplo: Urrutia salió de la embajada española de Caracas al aeropuerto sin ser detenido. Y allí había llegado un Falcon militar español para llevarlo a Madrid. ¿Cómo se puede entonces asegurar que no hubo acuerdo entre el gobierno venezolano y el español sobre esa huida? Se sabe que la policía de Maduro buscaba desde hace días al líder de la oposición, con el fin de detenerlo. Entonces, si Urrutia logró venir a España, ¿fue porque la policía chavista dejó de actuar contra él por orden de su presidente? ¿Para qué voló el Falcon español a Caracas? ¿Maduro no lo sabía?, ¿tampoco la policía ni los militares que respaldan al dictador?
Edmundo González Urrutia |
El ochenta y cinco por ciento de los votos de las elecciones generales, celebradas en julio, han dado una amplia victoria a Urrutia. Pero Maduro no la acepta, asegura que ha ganado él. Trata entonces de continuar en el cargo para seguir ejerciendo el chavismo. Y parece ser esa la razón por la que se niega a entregar el quince por ciento de las actas electorales que, por muchos votos que Maduro tuviera en ellas a su favor, no superarían la mayoría absoluta obtenida por su oponente.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, ha lamentado la salida de Urrutia de Venezuela. Afirmó que en una democracia “ningún líder político debería verse obligado a solicitar asilo a otro país”. Y tiene razón. Pero en este caso, si los chavistas encarcelaran a Urrutia, a saber cómo acabaría al permanecer mucho tiempo en prisión. Y a sus 75 años, no está para soportar encarcelamientos. Si Maduro toma posesión de nuevo en enero próximo, de una presidencia que no ha ganado, no me extrañaría que Venezuela entre en guerra civil. El pueblo trataría de acabar con dictadores que no instauran ni aseguran la democracia, aunque presuman de vivir en ella.- JT