miércoles, 15 de noviembre de 2023

Sánchez gana con el sí de los votos previstos

                          Diputados el PSOE aplauden a su candidato (Foto ABC)

 En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo es según el color, del cristal con que se mira. Esta frase es de Campoamor, poeta del siglo XIX. Viene a expresar cómo reaccionamos a lo que vemos. Cada uno tiene su criterio. Para unos negativo, para otros positivo. En política, la reacción depende de la ideología de la persona, que crea su opinión sobre lo que ve y oye. Así comprobamos cómo unos son de centro y derecha, otros de izquierdas, y otros más de extrema izquierda. En la sesión de investidura del señor Pedro Sánchez de hoy miércoles, las intervenciones de unos y otros diputados causaron sorpresa, en especial la del candidato a la presidencia del Gobierno de España.

Nunca, en los muchos años que he dejado atrás, escuché un discurso de investidura tan absurdo como el del candidato Sánchez. La presidenta del Congreso le dio todo el tiempo que quiso para su intervención. Su discurso duró casi dos horas. ¿Pero fue realmente de suficiente altura y calidad para ser elegido? Pues vaya, vaya, apenas tuvo ni una cosa ni la otra. Yo confiaba en oírle exponer de manera amplia y detallada todo un programa de realizaciones beneficiosas para todos, sean pobres o ricos, o estén en medio de ambas situaciones, pero me llevé una gran decepción cuando comenzó a hablar atacando duramente a sus adversarios del PP Y VOX. Supuse que eso sería solamente la entradilla a su prolongada intervención, pero qué va, duró, duró y duró, hasta el punto de que más de una vez estuve tentado a apagar la televisión y dedicarme a otra cosa, porque aquellas paparruchas se me hacían insoportables.

Han sido más de cien minutos de acusaciones e improperios, uno tras otro; de verdades a medias y de risas impropias de un buen político al atacar a sus adversarios. Pero realmente, qué va a hacer si lo eligen de nuevo presidente, como así se espera. ¿Va a resolver todos los grandes problemas que se han creado durante sus cinco años de mandato? ¿O va a recorrer una nueva legislatura creando aún más problemas de los que tenemos?

¡Vaya, vaya! Me hubiese gustado que el señor Sánchez centrara su intervención en el programa que realizará si sale elegido, no en difamar y desprestigiar a quienes son sus oponentes políticos. Cuando subió al estrado, vi que llevaba en sus manos un gran número de folios. Suponía que contenían una amplia exposición de su futuro programa de gobierno. Pero no, una y otra vez miraba los papeles para lanzar acusaciones, erróneas a veces o mal interpretadas otras, contra los dos partidos antes citados y sus líderes Feijoo y Abascal.

Posteriormente, la intervención de la jefa de Sumar tuvo un tono tan repetitivo y fueron tan rápidas sus palabras, que apenas se le pudo entender. Vamos a, vamos a, vamos a… Vamos y vamos y volveremos a ir. ¿Adónde nos va a llevar esta señora? Tanto ella como su presidente vuelven a caer siempre en el mismo estribillo. Vamos a mejorar a los jubilados, vamos a reducir los precios, vamos a ayudar a los pobres, vamos a beneficiar a los jóvenes, vamos a construir muchas viviendas sociales, vamos a imponer un fuerte impuesto a los ricos, etc. ¡Jo, vamos y vamos y seguiremos marcha atrás¡ Pero, ¿no anunciaban las mismas cosas cuando se iniciaban precampañas o campañas electorales?

No sé que será de España si estos políticos vuelven a gobernar. La verdad es que el ánimo decae duramente cuando, por razones de mantenimiento en el poder, las personas que van a seguir en el machito no han mostrado suficiente capacidad, nada menos que en todo un quinquenio, para lograr que España mantenga su estado de bienestar a todos los niveles sociales. El PSOE de Sánchez y la ultraizquierda de la señora Díaz pregonan unos éxitos de gestión que realmente son consecuencia, como decía Churchill, de ir de fracaso en fracaso, sin perder el entusiasmo.- JT

                             Respaldo absoluto a Sánchez

 La sesión de investidura finalizó hoy jueves sin sorpresas. Sánchez consiguió mayoría absoluta para seguir siendo presidente del Gobierno de España. Recibió, como se esperaba, el sí de Bildu, PNV, Coalición Canaria, Junts y ERC, entre otros partidos políticos. A ver cómo se desarrolla a partir de ahora la nueva legislatura. La mayoría de los pronósticos le dan una duración menor a los cuatro años que establece la ley. Todo va a depender de que no se transgreda lo establecido en la Constitución Española. Aprobar amnistías, facilitar independencias, convertir autonomías o nacionalidades en naciones, y favorecer económicamente a unos territorios más que a otros, son contratiempos que traerían el descalabro del Ejecutivo.

No obstante cabe subrayar que tanto los separatistas catalanes, como los bildurretas y los volubles peneuvistas, no van a querer que gobierne ni el centro ni la derecha. Han dejado claro que aunque el señor Sánchez no cumpla sus promesas de respaldar lo que le han pedido, seguirán votándole con una única finalidad: impedir que suban al poder quienes nunca dejarán que España se rompa. Recordemos los resultados de la república de 1873, basada en el federalismo del catalán Pi y Margall. Poco duró y causó múltiples independencias de regiones y ciudades, y numerosos muertos. ¿Vamos a repetir tan siniestros acontecimientos? Confiemos en que no, confiemos en que no volvamos a reproducir hechos históricos repletos de odios, venganzas y muertes por doquier.- JT

lunes, 13 de noviembre de 2023

Una investidura dominada por grupos discordantes

Puigdemont, Junqueras, Sánchez y Otegui (Foto El Catalán)

Nada nuevo hay en lo que se esperaba del acuerdo entre los señores Sánchez y Puigdemont. ¿Acaso no decían todas las informaciones que se complacerían las exigencias de los separatistas catalanes? ¿Alguien creía que Puigdemont iba a rechazar el apoyo a la investidura del actual presidente en funciones, si este no aceptaba sus demandas, es decir, amnistía, autodeterminación, condonación de la abultada deuda de Cataluña con España, etc.? Pues se cumpla o no lo que exige el huido exdirigente catalán y sus acólitos -lo vamos a ver en los próximos meses-, lo cierto es que Junts, y en mi opinión también ERC, dos partidos independentistas, respaldarán la investidura de Sánchez por una razón clara y evidente: de ninguna manera aceptan un gobierno de centroderecha. Saben ellos que, si lo aceptan, tendrían que respetar y cumplir rigurosamente las leyes, y sobre todo la Constitución Española. O sea, que sus deseos de independencia, de librarse de imputaciones judiciales, y de cancelar la deuda de Cataluña con el resto de España acabarían en el más absoluto fracaso.

Amnistiar a casi cuatro mil catalanes, imputados o sentenciados por diversos delitos, es un atropello a nuestra Carta Magna y en especial a nuestros jueces, que han venido cumpliendo rigurosamente las leyes en sus veredictos. ¿Adónde quiere llegar el señor Sánchez promoviendo la amnistía? ¿Existe en nuestra Constitución esa medida de gracia masiva a transgresores de leyes? En ningún momento los secesionistas imputados reconocieron ni pidieron disculpas por sus vulneraciones. Y además me pregunto que si las sentencias dictadas cumplían unas leyes ya en vigor en tiempos del Gobierno Sánchez y anteriores, ¿por qué este político no trató entonces de cambiarlas con el respaldo de los votos de sus diputados? ¿Tuvo que esperar a perder unas elecciones para verse empujado a hacerlo?

Seguirán en el machito

“Ay, ay, ay, ay, canta y no llores…” Pues hoy, quienes respaldan la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno Español pueden cantar y dejar de llorar. Seguirán en el machito, claro que sí, disfrutando de las excelencias que brindan los cargos que ocupan. Pero mucho sospecho que sus cantos se cortarán. Uno de estos días Sánchez ganará su investidura, porque parece claro que le votarán vascorretas, vascogobernantes, catalanes de apetito secesionista, canarios de canto amargo, gallegos que mexan por nós, pero temos que dicir que chove (frase humorística de un gran intelectual de esa comunidad refiriéndose a la actitud de los señores feudales con la gente de sus pueblos), y también le votarán, cómo no, militantes del casi extinguido PSOE, hoy convertido en partido sanchista.

Vamos a confiar en que ocurran dos importantes acontecimientos en los próximos meses: Primero, seria advertencia al premier Sánchez de sus errores para que, reconociéndolos, vuelva a trabajar por la unidad inquebrantable de España, por el Estado de Derecho que separa a los tres grandes poderes de una nación democrática, que son el ejecutivo, el legislativo y el judicial, hoy alterados de manera increíble. Y segundo, el riguroso cumplimiento de nuestra Constitución. También, alcanzar mejoras sociales y económicas, dos sectores de fuerte influencia en la vida en común entre ciudadanos de toda clase. Mejoras, subrayo, que contribuyan a eliminar, o al menos a reducir en gran medida, odios, rencillas y violencias. Que de todo hay hoy en nuestro país, en esta España de todos los españoles.- JT