domingo, 23 de mayo de 2021

Miserable acción marroquí contra España

Invadir, irrumpir, asaltar… qué más da el calificativo que haya que aplicar a lo ocurrido días pasados en Ceuta. El caso es que el país vecino alentó a la gente a entrar en territorio hispano-europeo. Decenas de miles de personas del otro lado de la frontera invadieron la ciudad, llegando a ella a nado por mar o salvando un escarpado espigón rocoso. Los vecinos vieron asombrados desde sus casas cómo una inmensa muchedumbre caminaba hacia el paso fronterizo. Eran, en su mayoría, niños y jóvenes marroquíes, junto con subsaharianos, animados todos ellos por las autoridades de Rabat a entrar en España. Les prometieron que habría entrada libre y fútbol. Y verían jugar a Messi y a Ronaldo. Todo un caramelo para los chavales. Los gendarmes, siguiendo órdenes superiores, les dejaron libre el paso, mientras policías y guardias civiles contemplaban atónitos la irrupción de miles de personas en territorio español por el lado donde termina la verja fronteriza. Todo un acontecimiento insólito, aunque dudosamente inesperado.

Parte de la muchedumbre invasora espera
decisiones. El Pueblo
A ver. España dio alojamiento en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, gravemente afectado por el covid-19. Un gesto humanitario que no admite reproche. Por el contrario, el procedimiento de su entrada en nuestro país molestó al gobierno de Marruecos. Ghali llegó a Zaragoza camuflado con una identidad falsa, lo que hace pensar que la ministra de Exteriores trató de ocultar el caso. Rabat se enteró, pidió al gobierno de Sánchez que le entregase al jefe polisario, acusado de presunto genocidio, pero, naranjas de la China: no hubo entrega.

Invasión con niños en vanguardia
La represalia del país vecino no se hizo esperar. Como venganza, recurrió a un hecho ruin, miserable, el de abrir su frontera a niños y jóvenes para que invadiesen Ceuta, una ciudad que es frontera del sur de España con Marruecos, pero también de la Unión Europea. Resultado: entraron, pero miles de personas fueron devueltas en caliente al otro lado de la valla y a los menores, con procedencia familiar desconocida, se les mantiene en Ceuta pendientes de ser acogidos o devueltos a sus familias.

A mí esta miserable invasión me recordó un hecho similar ocurrido en Cataluña durante la celebración del referéndum ilegal pro independentismo. Las multitudes agolpadas ante las fuerzas del orden tenían en vanguardia a niños, jovencitos y personas de avanzada edad. Parecía como si los organizadores de esas manifestaciones esperasen clemencia por parte de policías y guardias civiles al ver a quiénes tenían que dispersar. Fueron unos sucesos peligrosos y aventurados, tras los cuales los organizadores recibieron el duro castigo del encarcelamiento. 

Pasando la frontera a nado. La Gaceta
En Ceuta, la muchedumbre invasora también estuvo compuesta, principalmente, por jóvenes y menores de edad, a los que las fuerzas del orden y los militares encargados de reprimir la entrada trataron de manera delicada y humanitaria. En televisión hemos visto escenas conmovedoras como la del guardia civil que no dudó en tirarse al agua para salvar a un bebé, el legionario que subió a la valla a rescatar a un menor en peligro de caerse, militares y policías llevando en sus brazos a menores víctimas de la humedad y el frío, y a esa joven de la Cruz Roja que no dudó en consolar a un senegalés al verlo tiritar de frío y exhausto. Este, tras llegar a nado a la playa de El Tarajal, rompió a llorar e intentó autolesionarse golpeando su cabeza contra una roca.

La ingenua decisión de una ministra
De todo lo ocurrido se puede sacar una conclusión: la ministra Laya actuó indebidamente al ocultar a Marruecos la acogida de Ghali reclamado por Rabat para procesarlo, y pendiente también de juicio en España por sus acciones criminales contra ciudadanos de nuestro país. Estaba gravemente enfermo y había que ayudarle, sí, es una decisión humanitaria. Pero creer que a Marruecos se le podía ocultar el asilo dado al líder polisario es de una ingenuidad inquietante. La señora ministra de Exteriores hablará muchos idiomas, poseerá un currículo destacado dentro de su profesión, pero como diplomática, cero patatero, que diría Aznar.

El asunto encierra una gravedad extrema. Las relaciones de España con Marruecos, humanas, comerciales y de vecindad, no pueden ni deben romperse. Costó años y esfuerzos por ambas partes olvidar un pasado de batallas y enfrentamientos durísimos, como el desastre sufrido por nuestro ejército en Annual, donde fueron torturados -y en algunos casos desmembrados sus cuerpos- muchos de los diez mil militares españoles muertos en esa batalla. Que ahora, por una torpeza diplomática, las relaciones lleguen a romperse, sería un error muy grave del que tendrían que responder el presidente Sánchez y su gobierno.

El líder polisario Brahim Ghali. Atalayar
Brahim Ghali, presunto terrorista
Ghali está acusado en España, por parte de asociaciones de víctimas del terrorismo, de unos trescientos atentados contra pescadores canarios y empleados de Foss Brucá, cometidos en la década de los años ochenta, cuando él comandaba el Frente Polisario. Si Marruecos también quiere procesarlo por presuntos actos de terrorismo y genocidio, parece claro que estamos ante una persona que, aunque siga recibiendo asistencia médica por su estado de salud, tarde o temprano deberá responder ante la justicia de las acusaciones que se le imputan. Sobre las declaraciones del payasín catalán independentista huido a Bélgica (¡qué valentía!), de nombre Carles Puigdemont, ningún comentario. Su afirmación de que Ceuta y Melilla pertenecen a Marruecos es una soberana imbecilidad. Este grotesco personaje de la farándula independentista ya no sabe qué tontería decir para seguir apareciendo en los medios de comunicación.- JT

sábado, 15 de mayo de 2021

¿Me preguntas qué es fascismo? Pues fascismo eres tú

Un militante del sanchismo me pregunta si sé qué es democracia. Y yo le respondo, confuso: ¿Memocracia? Pues memocracia eres tú. Ahora parece que ciertos políticos quieren darnos lecciones de democracia a los españoles. Hay unas izquierdas que toman por tontos a los ciudadanos. Ellos, esos políticos, son los que saben, son los que pueden educar a los demás, porque los demás nada o poco sabemos de regímenes políticos y de convivencia. Y menos aún de historia. No les llega con introducir la sexualidad en todas sus formas a los escolares, como pretende una ministra podemita con su oferta de que se den clases de vaginas. Ahora también hay quien propone que se enseñe en las escuelas qué es democracia. Concretamente, la proponente va a pedir la inclusión de una asignatura que ella llama Memoria Democrática.

¿Se nos ha olvidado a los españoles el significado de este término, lo desconocemos, es un arma para combatir el fascismo? Pero ¿quién es fascista?, me preguntan a mí. Y yo respondo: fascista eres tú. ¿Yo…?, dice sorprendida mi interlocutora. Pues sí, tú eres fascista, repito. Y lo eres porque te escudas en ese adjetivo para defender una honorabilidad política de la que careces. ¿Acusas de fascista a la derecha? ¿Tienes una mente tan oprimida que no te deja pensar sobre la realidad de la sociedad española? ¿Acaso son fascistas todos los que no piensan y no actúan como tú?

Cada jornada que pasa se oyen majaderías por doquier. Aquí, en la España actual, abundan los profesores, los doctores, los cerebros magistrales que no ven más allá de su escasa formación y del odio que parecen profesar a todo lo que no son ellos, ellas y elles. En primer lugar recomendaría a la proponente de esa asignatura que vuelva a estudiar, que repase a fondo lo que ha aprendido sobre regímenes políticos si algo de ello sabe. Que ahonde en el conocimiento desde un punto de vista objetivo del comunismo, del socialismo, del nazismo, del fascismo, del liberalismo… En dichos y hechos. Y en todas sus praxis, no solo en las teorías. Lo que hicieron unos y otros a lo largo de la historia.

Señora Díaz, no pretenda obtener una victoria en las primarias andaluzas de su partido usando y acusando a los demás con términos cuyo verdadero significado usted parece o desea ignorar. Vuelva a clase y estudie. Pero estudie ciencia política e historia sin manipulaciones, sin esa tergiversación que unos y otros utilizaron para formar a la juventud en sus ideologías. Ser español, defender España, cuidar su integridad; abogar por una sociedad honrada, noble y feliz, basada en conceptos de limpieza cívica y moral, fraternal y libre, no es ser fascista. Porque si me lo pregunta, si quiere saber qué es, volveré a repetirle: fascista eres tú.

Ministro Castells, acompañado de sus "compas" 
El profesor del lado oscuro
Una tarde de primavera, cuando me encontraba como buen madrileño bebiendo mis cañitas y saboreando sabrosos berberechos de una ría gallega, escuché a dos clientes enfrascados en una discusión. Gritaban a veces y reían. Llamaban tanto la atención, que decidí acercarme a ellos para participar de su charla. El tema se me hacía conocido. Trataban de averiguar la identidad del ministro de Universidades de España. ¿Sabe usted quién es y cómo se llama?, me preguntaron. Lo sé, lo sé -respondí-, es un venerable podemita catalán. ¿Y cómo se llama?, repitieron. Pues, lo confieso, pero ahora no recuerdo su nombre. ¡Ya, ya, en eso estamos Roberto y yo! Tratamos de recodar nombres de ministros, pero nada, no damos con muchos de ellos. Son tantos, que es difícil memorizarlos todos. Aclarado el asunto, mis dos interlocutores preguntaron a los demás clientes cómo se llamaba ese ministro. Pero, ¡caray!, ni uno fue capaz de dar su nombre. El señor Castells hace tan buena y provechosa política universitaria, que hasta los más enterados no saben quién es ni cuál es su nombre. Parece mantenerse a buen recaudo en el lado oscuro del gobierno.- JT

miércoles, 5 de mayo de 2021

Victoria rotunda de los "tabernarios" madrileños

Ayuso barrió a las izquierdas
El triunfo del PP con Isabel Díaz Ayuso de candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid augura el declive de Pedro Sánchez y sus adláteres. En mi opinión, dos factores de última hora marcan la dura caída del PSOE. El primero, la presencia de Pedro Sánchez en apoyo de su candidato, el socialista Gabilondo. El segundo y definitivo, un artículo de Tezanos publicado en la jornada de reflexión. Tezanos es presidente del CIS y miembro de la Ejecutiva del PSOE. Este profesor, todo un veterano en el partido, al que se afilió en 1973, quiso con su opinión ayudar a Gabilondo, pero le salió el tiro por la culata. Intentó destruir la buena imagen de Ayuso atribuyéndole escasa entidad intelectual y política, opinión contraria a la que de ella tiene la gran mayoría de los madrileños.

Gabilondo, el gran olvidado
El comentario de este cerebrito socialista fue más allá en sus descalificaciones, pero esta vez sobre los presuntos votantes de Ayuso, a los que incluyó en la tabernidad. O sea que, ¿esos votantes son tabernarios? ¿Un profesor universitario puede decir semejante tontería? Pues sí, no la dijo, sino que la escribió, ofendiendo a todos aquellos electores convencidos o potenciales de la joven madrileña, socialistas incluidos. Otro factor definitivo en la caída del PSOE fueron las intervenciones del presidente del Gobierno en los mítines de Gabilondo. Sánchez tenía un antecedente bastante claro de su mal fario en las autonómicas gallegas. Con su ayuda presencial, junto al candidato del PsdeG-PSOE, había logrado que los socialistas de Gonzalo Caballero obtuvieran el mayor fracaso de su existencia, siendo sobrepasados por los nacionalistas del BNG, como le acaba de ocurrir ahora al PSOE madrileño víctima del sorpasso de Más Madrid.

La soberbia ciega
Parece que el nivel de cesarismo le impide a Sánchez ver que el gran obstáculo para que su partido gane elecciones es él, no los candidatos. Esta es la segunda vez que ocurre. Feijoo barrió en Galicia. Ahora, Ayuso arrasa en Madrid. ¿Necesita más pruebas para cerciorarse de su falta de atractivo político? Aunque, todo hay que decirlo, Ayuso ganó por su capacidad de buen gobierno. Supo mantener la actividad económica de la metrópoli, pero haciéndola compatible con unas medidas de seguridad en el terreno de la salud para evitar que el maldito virus chino se expandiera más de la cuenta. Esa política suya es, en mi opinión, la verdadera causa del triunfo sin precedentes de la derecha madrileña. Aunque al final, ya en plena campaña, Sánchez y Tezanos lo reafirmaron de manera contundente, el primero con su presencia en los mítines, oscureciendo con dichos y hechos al candidato, y el segundo con sus descalificaciones a un electorado que, al sentirse ofendido, acudió a votar en masa para dar una victoria irrefutable a la candidata del PP.

Pablo Iglesias el huido
Otro acontecimiento relevante de estas elecciones ha sido la retirada de Pablo Iglesias. Este joven lleva años decepcionando a los suyos y a gran parte de los españoles con su política pro comunista. Creo que uno de los factores de su fracaso es el no haber dado ejemplo de humildad social y económica al meterse de hoz y coz en un sector que odiaba: la casta. Sí, pasó a la casta con su  chalet de Galapagar y con la aceptación de la vicepresidencia del Gobierno de España sin haberla ganado electoralmente. Decepcionó así a muchos de sus votantes, en gran parte huidos ahora a Más Madrid.

Iglesias optó por tomar las de Villadiego
 Iglesias intenta defender el comunismo como régimen de libertad. A muy pocas personas, conocedoras de ideologías, les he oído hacer tal afirmación. Precisamente uno de los factores claves de la caída de la Unión Soviética fue la falta de libertades. Los ciudadanos rusos y los de países satélites estaban hartos del control de sus vidas, economías y hechos ejercido por los gobernantes. Pablo Iglesias llegó a decir públicamente que sintió la desaparición de la Alemania comunista o DDR. ¿Era ese, pues, su ejemplo de libertad? Oyéndole, uno no acaba de evaluar la capacidad intelectiva de este docente.  O nos toma el pelo, o su atractivo como político no pasa de tener buena labia para convencer a jóvenes sin trabajo y a mayores cargados de rencor hacia todo lo que no sea socialismo y comunismo.- JT