martes, 18 de octubre de 2022

Match parlamentario con palmeral ciclónico

Reñido cara a cara entre Sánchez y Feijoo. Es el segundo encuentro que celebran en el Senado. Esta vez, la oposición gubernamental trató de liquidar verbalmente al líder del PP, pero la verdad es que no lo consiguió. Pegó duro, pegó largo y fuerte, mas sin lograr poner KO a su adversario. Como ya ocurrió en el match anterior, el presidente o premier trató de noquearlo. Desde el primer momento de su intervención, los golpes verbales fueron incrementándose hasta llegar a ofender de palabra al político gallego.

A Feijoo le limitaron severamente el tiempo
 de su intervención. Foto El Independiente
Fue un combate duro, en el que el atacado Feijoo se defendió con argumentos serios y certeros. Pero su oponente tuvo una clara ventaja al concederle el árbitro el tiempo que quisiera para hablar y derribar a su contrincante con medias verdades o cuentos chinos. Por el contrario, el líder liberal-conservador se vio impotente para responder a todos los ataques y acusaciones que le largó Sánchez. Difícilmente pudo hacerlo, porque apenas sobrepasó la media hora su presencia en el ring, muy al contrario de su oponente  a quien se le concedió todo el tiempo que quiso por obra y gracia de un reglamento que convendría revisar.

El premier tuvo un sonoro apoyo de su palmeral. Aplausos largos y persistentes, como si las palmeras estuviesen azotadas por un ciclón. Cada vez que Sánchez le sacudía un golpe al líder popular las palmeras se agitaban de manera impresionante, causando temor en los espectadores que seguíamos el duelo desde la taberna; temor a que surgiera violencia. ¡Santo cielo! ¡Qué clamor, qué aplausos! Nunca creí que un premier llegara a convertirse de palabra en acérrimo oponente de su adversario. Pero Feijoo le cantó las cuarenta bien cantadas. A él y a las tres señoras de su gobierno, a las que Sánchez elogió como si fuesen las diosas del bienestar de España.

El presidente habló todo el tiempo
 que quiso. Foto El Independiente
En resumen, Alberto Núñez Feijoo tuvo una actuación sobresaliente. Arreó duros golpes verbales al premier, denunciando de nuevo y subrayando con tono firme y severo no las grandezas del actual gobierno, que pocas hay, sino las miserias a las que nos están llevando a los ciudadanos. A Sánchez parece no importarle demasiado la inflación, el alto coste de la energía, de los combustibles y de la cesta de la compra. Dice tener él y sus tres vicepresidentas la solución a los graves problemas que sufre España. Tal vez por eso, en vez de defender su política de gobierno con explicaciones serias, amplias y bien meditadas, prefiere, como en el cara a cara de hace unas semanas, entrar en un match cuerpo a cuerpo, asumiendo el papel de oposición y no el de gobernante. ¿Tanto miedo tiene a la crítica?.- JT