martes, 16 de julio de 2024

Reacciones repugnantes al triunfo de España

 
          Felipe VI, su hija y los futbolistas españoles festejan el triunfo. Foto Alexandru

¡Bravo, España! Nuestro equipo ha tenido una actuación brillantísima en la Copa de Europa. Es la cuarta vez que ganamos este trofeo de fútbol, con un equipo formado por jóvenes futbolistas de distintas partes del país. Como era de esperar, las reacciones de independentistas al triunfo español han sido de pura matraca. No de matraca musical, de ese instrumento de percusión, sino de matraca o carraca, es decir, de expresiones de desagrado por la victoria de nuestra selección española. Por eso, por española, personas desmembradas de la españolidad mostraron su menosprecio a los jugadores catalanes, vascos o navarros incluidos en nuestra selección.

Qué asco dan esas reacciones. La abundancia de nuestra bandera en los cuerpos de cientos de miles de ciudadanos de todas las autonomías mostró la unidad de España. Y ratificó cómo la España que desean dividir los separatistas, supuestamente apoyados por el sanchismo, no es aceptada por nuestro pueblo. Dividirnos, romper la integridad de la nación con el único deseo de mantenerse en el poder es un hecho, o más bien un desecho, de políticos carentes capacidad para gobernarnos.

El líder de Bildu, Arnaldo Otegui, expresó su indignación por la victoria de España. Aprovechó la oportunidad para asegurar que la española no era su selección, ni Felipe VI su rey, ni su himno el de España. Que diga lo que quiera, estamos en un país libre, pero a los españoles no nos gusta oír sandeces como esas. Y menos aún de un líder político. Tampoco ver cómo chavales abertzales arrancan a una mujer la bandera de España que lleva en su cuello, en San Sebastián. O las amenazas de independentistas radicales catalanes de quemar las pantallas de televisión gigantes, para que la gente no pudiese ver el final de la Eurocopa en calles y plazas, por ser España la protagonista.

Si el gobierno de la nación considerara inaceptables todas estas reacciones en contra del bienestar del país, como son los ataques a la inmensa mayoría del pueblo de España, ataques cuya finalidad es lograr la inmediata separación territorial; si de verdad el gobierno los considerara inaceptables, debería actuar con firmeza y constitucionalmente contra el separatismo aplicando leyes y, sobre todo, retirando su apoyo a quienes tratan de romper España, aunque esa medida provoque de inmediato la celebración de nuevas elecciones generales.- JT