lunes, 20 de junio de 2022

Andalucía derriba el sanchismo y eleva al PP

La incuestionable victoria del Partido Popular en Andalucía es un hecho de reconocible merecimiento al PP y, al mismo tiempo, y sobre todo, un fuerte claxonazo de advertencia al señor Sánchez sobre los resultados que tendrá su partido en las elecciones generales. La victoria de Juanma Moreno es tan rotunda y absoluta como el fracaso de sus oponentes, sean sanchistas o podemitas, comunistas o ultrarregionalistas. Las ayudas que altos cargos del gobierno prestaron al candidato del PSOE andaluz, participando en mítines electorales, perjudicaron seriamente al señor Espadas en vez de beneficiarle. Ni la Díaz, ni la Montero, ni la Darias, ni la Rodríguez, etc., lograron convencer a los andaluces para que dieran su voto a los socialistas o a las candidatas de los partidos regionales, como en el caso de la ministra Yolanda Díaz. Con esas izquierdas Andalucía no avanza, retrocede. Y esa posibilidad de retroceso movió a los electores a ratificar al señor Moreno como presidente de la comunidad.
Juanma Moreno, presidente indiscutible. ABC Sevilla

Listo, y al tiempo audaz, ha sido el socialista García-Page, por citar un ejemplo. No hizo acto de presencia en Andalucía durante la campaña. Este político, más socialdemócrata que sanchista, previó tal vez el tremendo bofetón que el pueblo andaluz iba a dar a las izquierdas. Un pueblo cansado de sufrir bajo el mandato de líderes corruptos, discriminado económicamente y harto de una inmigración sin apenas control que causa más daños que beneficios. Caso aparte es VOX. Las expectativas que este partido tenía para entrar en el gobierno andaluz cayeron estrepitosamente ante la victoria histórica del PP. Las intervenciones de Olona me recordaban a las del popular Casado, caído ya en el olvido. Solía alardear de que iba a ser el presidente del gobierno de España, de la misma manera que la Olona aseguraba en plena campaña electoral que sería la vicepresidenta del gobierno andaluz.

Los ciudadanos están cansados de tanta presunción absurda e inútil. Quieren resolver satisfactoriamente su situación económica, contribuir a la generación de empleo, controlar y regular la inmigración... Recuperar, en definitiva, el estado de bienestar social y económico perdido primero con los zetapés y actualmente con los sanchistas. Y esos ciudadanos saben que tendrán que esperar a que el señor Sánchez satisfaga sus deseos de protagonizar en primer lugar la reunión de la OTAN en Madrid, y después, en el segundo semestre de 2023, la presidencia de la Unión Europea que por turno le toca a España. Está visto que no anticipará las elecciones generales. El daño que su política pueda causar a la sociedad no parece importarle demasiado.

De los resultados de las elecciones andaluzas cabe deducir también que al popular Moreno lo han votado muchos electores de izquierdas. De esas izquierdas temerosas del fracaso político de un líder que está empobreciendo al pueblo español. Como dije en anteriores comentarios, si la presencia física de Sánchez fue nefasta para su partido en comunidades como Galicia, Madrid, Murcia y Castilla y León, en el caso de Andalucía ha pasado a ser destructiva. Sí, destructiva para un socialismo incapaz de recuperar los valores perdidos de la socialdemocracia europea, ese régimen político que supieron mantener vigente líderes indiscutibles como González, Guerra, Leguina, Borrell y Rubalcaba entre otros muchos.- JT