Si la prudencia es una de las claves del montañismo, hay también otras de cumplimiento imprescindible para escalar montañas o andar por estrechos senderos en zonas de gran inclinación. Cada año aumenta el número de accidentes, llegando incluso a duplicarse en zonas donde la peligrosidad al caminar, trepar o escalar artificialmente son actividades en las que es necesario hacerlo con cautela y conocimiento previo del lugar por el que se va pasar. Sube el número de accidentes, y sobre todo el de heridos o muertos. Cada año hay más. Y la mayor parte son personas que practican el senderismo sin conocer los peligros que la montaña encierra. Gente que, además, camina por ella desprovista del material necesario para protegerse, por ejemplo, de un resbalón en la senda por la que avanzan o de la peligrosidad de la bajada de la montaña cuando se efectúa por pendientes de gran inclinación.
En el Mont Blanc siguen muriendo montañeros o simples senderistas. Las causas son varias: caídas, resbalones en pendientes, pérdida de la orientación, golpes de grandes bloques de hielo desprendidos por el aumento de la temperatura, etc. Esto último, la caída de bloques de hielo, se ha convertido en un hecho cada año más frecuente. La subida de temperatura en la montaña poblada de hielo y nieve es la causa principal de esos desprendimientos. Esas subidas se achacan al cambio climático que, en opinión de expertos climatólogos, lo produce especialmente el Niño en la subida de temperaturas, y la Niña en el enfriamiento. Estos fenómenos se originan en el Océano Pacífico, pero acaban afectando a todo nuestro planeta.
Escalar o hacer senderismo es una actividad que hoy día se practica en gran parte del mundo. Hace años, cuando subí yo al Mont Blanc con dos compañeros alemanes, por la vía normal, ya había muchas expediciones de montañeros y turistas con guías subiendo a la cima. Rebasado el refugio de la Tête Rousse, hay que pasar por un lugar donde ya habían muerto algunos montañeros alcanzados por piedras. Caían a la izquierda de la senda por una zona estrecha de la montaña. Y al parecer, parte de las piedras eran movidas por montañeros que subían delante hacia el refugio de Gouter. Luego, desde este refugio hasta la cumbre era imprescindible ascender equipado de piolet y cuerda, y también de crampones. Una vez rebasado el pequeño refugio Vallot, de emergencia, abundan la nieve y el hielo y para llegar a la cumbre hay que pasar una arista estrecha en alguno de sus tramos.
Si en los Alpes hay tantos accidentes y tantas muertes, en España no quedamos muy atrás. Por ejemplo, en el Pirineo aragonés son muchos los accidentes que se producen cada año. En su mayoría, quienes predominan entre los afectados suelen ser senderistas. Su escaso desconocimiento de las medidas de seguridad para acabar el trayecto sin problemas es una de las principales causas de esos sucesos. Y sobre todo, la inusual prudencia que los domina. La Guardia Civil realiza anualmente una gran cantidad de operaciones de rescate en nuestras montañas. Gracias a ella, a sus unidades de ayuda, se salvan muchas vidas, pero exponiendo las suyas los propios rescatadores.
En fin, la necesidad de reducir en España tanto accidente en las montañas y tanta muerte es muy necesaria. Pero no solo aumentando el número de personal especializado en rescates, sino también difundiendo, entre quienes desean caminar por sendas y lugares de peligrosidad, cómo se debe actuar para que no se produzcan graves accidentes.- JT
Jose, la verdad es que han aumentado el montañismo y el senderismo de manera espectacular. Es habitual encontrarse con grupos de bastante gente y en muchos casos de todas las edades caminando por senderos y al borde de grandes precipicios. Al paso que va esta afición no me sorprende que año tras año aumente ell número de participantes sean o no expertos en esas caminatas y en la subida a cimas montañosas. Tienes razón en cuanto a la prudencia, ya no predomina ni en gran oparte de senderistas ni tampoco en montañeros con experiencia. La verdad es que es tremendo el número de muertos y heridos que hay cada año. Jose, te envío mensaje como siempre por whatsapp.
ResponderEliminarLa montaña ya no es un paraiso, parece más bien un escenario donde abundan las tragedias y no las ilusiones. Muchos mueren porque no asumen la suficiente prudencia para evitar accidentes y otros son senderistas que caminan por las montañas desprovistos de medios y conocimientos para evitar sucesos graves. Es una pena que haya tantos accidentes...
ResponderEliminarCiertamente aumentan los accidentes de montaña; hemos de diferenciar los que pertenecen a escaladores/alpinistas, de los que podemos considerar como "senderistas y/o montañeros ocasionales". Las redes sociales favorecen la banalización de una actividad que, por el espacio donde se practica y donde todo es posible; unido a la masificación y aquello de "todo el mundo tiene derecho".
ResponderEliminarY, en demasiadas ocasiones, el teléfono móvil evita el sufrimiento de un simple esguince... sufrir forma parte del juego que nos traemos entre manos.
La ya famosa "bolera" que mencionas en la ascensión clásica al Mont Blanc es considerada por los alpinistas como un lugar a evitar... solo "montañeros" que no desean otras líneas con algo más de dificultad, pero más seguras, juegan a la ruleta rusa sin pensar en el riesgo real, como espada de Damocles, que le espera a uno.
Los alpinistas/escaladores, de cierto nivel, también tienen accidentes... de otro tipo; no conquistan ni vencen... simplemente "navegan" para encontrase a sí mismos. Si resulta importante la cumbre, lo es más el camino; y se preparan para ello.
En España, tenemos suerte de que los GREIM ¡los mejores! siempre están dispuestos a ofrecer.
Dejo por aquí la presentación de lo que podemos esperar si nos adentramos por esos lugares.
"Subir montañas. Aprender, avanzar y mejorar… siempre mejorar. Luchar y perseverar… siempre perseverar. Imaginar y soñar… siempre soñar. Compartir, sentir y reír… siempre reír. Fracasar y triunfar… como aprendizaje. Intuir y prever…puede no ser cierto lo que ves. Entender el entorno… que no conoce piedad. Escuchar las señales… que son legión. Navegar… con calma justa. Decidir… es tu libertad. Asumir el sufrimiento… que alguna vez llegará. Proteger… el compañero es tu mitad. Corazón caliente y sangre fría. Humildad debida.
Aún así… nada es seguro. Nadie te obligó… y a nadie exigirás.
Luego… bajar de allí… con las mismas reglas.
Vivir".
¡Feliz Navidad y año 2025!