El señor Iglesias ha tomado una resolución de cágate lorito. Dice que abandona la vicepresidencia del Gobierno de España para arrebatarle al PP el gobierno de la Comunidad de Madrid. Atrevida la decisión de este joven cuyo comportamiento viene causando entre los ministros de Sánchez discordia y malestar. Nada menos que se dispone a escalar una vía que, si la comparamos con las del alpinismo para principiantes, podría ser la ferrata “Cágate lorito” de Sant Llorenç de Montgai, una de las más verticales y mejor equipadas de España.
Supongo que en el PP habrá causado pánico el anuncio de Iglesias, y hasta los socialistas de Sánchez se encontrarán sorprendidos. Gabilondo pensará que l’hem fotut; Casado ya está llamando a sus huestes a zafarrancho de combate, hay que salvar a la heroína, y la heroína se despepita y lanza frases como España me debe una, he sacado a Pablo Iglesias de La Moncloa, al recibir el guantazo de su futuro contrincante para entrar en duelo. Por el contrario, tranquilo debe estar Mas Madrid con el retorno de su exlíder al rebaño del que huyó atraído por los cantos de sirena de Pedro Sánchez. ¿Y los votantes madrileños? ¡Ah, los votantes! Esas personas que tienen en su mano el éxito o el fracaso de Iglesias han de ponerle velas a San Pablo, apóstol de paganos, si desean librarse del adalid podemita.
Ironía aparte, la verdad es que Podemos no va a cambiar su política destructora si llega al poder en Madrid, ni en el fondo ni en la forma. Seguirá intentando implantar un nuevo orden social de dirigentes y plebeyos divididos en dos clases: la de los que mandan y los que obedecen. Caso aparte es la forma, porque Iglesias, además de facundia, posee una cultura de la que carecen la mayoría de sus compañeros de viaje, sean hombres o mujeres.
El líder podemita dice que un militante debe estar allí donde es más útil en cada momento, con lo que parece admitir su ineficacia en el gobierno de España. Cree que Madrid es un territorio más fácil de dominar y decide entrar en lid con la señora Ayuso. Va a impedir -afirma- que gane la extrema derecha. Entonces, ¿el duelo será entre su extrema izquierda y la que él llama extrema derecha, despreciando a las demás fuerzas participantes en la batalla electoral? Agárrense los machos, porque ya lanzó un vídeo en plan líder populista, solo ante la cámara, exultante en gesto y voz. O yo o la extrema derecha, vino de decir. Pero ese yo tiene un matiz añadido: el de todos juntos, toda la izquierda junta, porque él solo, cada vez que dice o hace, pierde votos.
En una sociedad como la actual, tan radicalmente distinta a la de otras épocas, no me sorprendería que este personaje de cuento fantástico se salga con la suya, es decir, llegue a la presidencia de Madrid y desde ella domine España. Vivimos en un mundo al revés, bien distinto al que por naturaleza y transmisión hereditaria conocíamos hasta ahora. Un mundo parecido al irónicamente descrito por Quevedo en el siglo XVII. Lo que entonces era sátira, hoy es realidad. El vate madrileño decía: Todo se ha trocado ya / todo al revés está vuelto / las mujeres son soldados / y los hombres son doncellos / Los mozos traen cadenitas / las niñas toman acero / que de las antiguas armas / sólo conservan los petos.- JT
Errejón de MAS Madrid rechaza ir en coalición con Iglesias. El expodemita debe de estar bastante quemado por los problemas que tuvo en el pasado con su excompa. Iglesias va a tener difícil la victoria electoral, si finalmente llega a presentarse. Cun su partido se va al tacho, firma el finiquito en política.
ResponderEliminarCuando oí en la radio lo de Iglesias creí que era una chirigota carnavalesca, que querían colarnos una broma en tiempos de pandemia, pero no fue asi, el podemita se va del Gobierno y pasa a luchar por Madrid. Va dado. Los madrileños no somos tontos, no picamos dos veces en la misma boñiga, así que a otros con esa valentonada de me los comeré con papas y bacalo como si ganar unas elecciones fuese tan fácil. Adiós Iglesias adiós que te vaya bonito en territorios de ultramar
ResponderEliminarPersonaje de Oscar. Puede ser un un magnífico actor de película del Far West, valiente, audaz, provocador, seguro de si mismo y por su aspecto físico encajaría aún mejor en esas películas de vaqueros. Lo vi en televisión a la puerta de la casa de Sánchez, llevaba la cartera de gran jefe y posaba con piernas y brazos arqueados, mirada firme, segura como si fuese a medirse en duelo con el mejor duelista, pero no le vi los colts, una pena, porque si soy productor de cine lo contrato ya.
ResponderEliminarPues a mi me cae de asco, no voto a este tipo ni de coña es arrogante y pretencioso. Se me parece más a un pavo real con el plumaje desplegado que a un vaquero. Presiento que se va a pegar una gran leche en las elecciones, allá él, se la habrá buscado pues nadie le obligó a hacerlo.
ResponderEliminarMe parece muy bien que el señor Gabilondo haya dicho que de pactar con Iglesias tras las elecciones, nanay. Eso es coherencia, seriedad y nada de sosería. Soso o mas bien reseso es el señor Sánchez cuando nos larga discursillos en los que no dice nada salvo cuando lee lo que le han escrito. No acabo de entender por que hay socialistas que votan y respaldan a un líder tan mediocre y lo admiten de gran jefe.
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