Y usted me preguntará: ¡Oiga!, ¿a
qué tipo de producción se refiere? ¡Ay, amigo!, debo responderle
que, si no lo sabe, es que anda usted despistado o no vive en este
mundo. ¿No ve la televisión, no oye al vecino, no escucha la
radio...? Producir se ha hecho un latiguillo, da fuerza y sonoridad a
la expresión. No es mero refuerzo lingüístico ni orgánulo de una
estructura fraseológica. Es el resultado de una deformación lenta,
pero progresiva, de la configuración gramatical de la persona. De
momento no parece que estemos exportando nuestra particular forma de expresarnos a poblaciones de habla hispana, aunque, al paso que
vamos, todo se andará.
Si calculamos nuestra producción por el uso del verbo, España es el primer país del mundo |
Un conocido mío de hace años,
seguidor incansable de todo lo que se dice y cuece en el país, de
nombre don Gervasio de la Melancolía y Fontellos, a quien llamo por
el cariñoso apelativo de Don Gerva, me preguntó no hace mucho a qué
me refería cuando soltaba lo de que el español es un gran
productor, tal vez el mayor productor del mundo. Porque no veo yo
-insinuaba él, lleno de dudas-
a qué niveles llega nuestra capacidad de producir para ser, como
usted dice, los más grandes de los grandes en producción. Estábamos entonces charlando los
dos en plena calle y no me pareció oportuno responder a su
pregunta.
Terminado el telediario pregunté a
Don Gerva si había captado nuestros altos niveles de producción, a
lo que mi interlocutor respondió negativamente. No sé a qué
producción se refiere usted. Nadie habló de producir. Fue
entonces cuando decidí aclararle mi pregunta. Pues mire, habrá
oído que se va a producir un mitin, y a continuación se va a producir una rueda de prensa, para
informar sobre una manifestación que se va a producir en las Ramblas. En esa manifestación se anunció que pronto se
producirá una convocatoria para acudir al
Ateneo, donde está prevista la presentación de un libro producido
por una importante empresa editorial. ¿Lo capta usted ahora, Don
Gerva? Aquí todo se produce. No se celebra, ni se convoca, ni se
realiza, ni ocurre, ni se anuncia, ni hay, ni se edita... Razón tenían los jerarcas
franquistas, para los que no había ni trabajadores ni obreros, sino
solo productores. Y punto pelota.
Don Gerva sonrió y me hizo un gesto de complicidad, como si quisiera decirme pues no le falta a usted razón. Ciertamente. Porque, causa vergüenza ajena la pobreza de lenguaje de quienes deben dar ejemplo de correcta expresividad.- JT
Don Gerva sonrió y me hizo un gesto de complicidad, como si quisiera decirme pues no le falta a usted razón. Ciertamente. Porque, causa vergüenza ajena la pobreza de lenguaje de quienes deben dar ejemplo de correcta expresividad.- JT
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P.D.- Aprovecho mi regreso al blog
para desear a todos un buen 2018. Celebremos en felicidad la entrada del nuevo año, a pesar de los malos augurios. Digo malos, porque, la
progresiva desaceleración del movimiento rotativo de la Tierra no
presagia tiempos tranquilos, sino más bien sucesos de origen
telúrico (ya hubo varios importantes), especialmente en zonas donde
las placas continentales están más activas. Aconsejo, pues, suma
prudencia y, sobre todo, previsión hasta donde se pueda, a los amantes de lanzarse a la
aventura en zonas de frecuente actividad sísmica.- JT
Vaya, ya has retomado el blog. LLegué a pensar que lo habías clausurado. Sobre la reiteración del uso del verbo producir opino como tú. Los jerarcas del periodismo y de la política, los de arriba y los de abajo debieran dar ejemplo de bien hablar. Unos manipulan la historia como les da la gana, y mienten y mienten y derrochan hipocresía y cinismo, otros, en los que se fija la mayoría de las personas, sueltan estupideces gramaticales como esa que citas del uso del verbo producir como comodín para todo. Así le va al país, así aumenta la deformación del uso de una lengua tan hermosa como la castellana, o española, porque es de todos. Me alegro de tu regreso.Un abrazo, José.
ResponderEliminarMe parece aún más grave el juego de los géneros, revientan el oído, hacen rechinar los dientes de quienes los escuchan, miembras, portavozas,jóvenas, políticas, petardas, c'est de la merde, espero que los votos expulsen de la vida pública a todos esos pendejos que ensucian el idioma sin sentir un mínimo de vergüenza.
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