El alpinista Jesús Calleja pisa fuerte en el campo de la
comunicación. Nos tenía acostumbrados a sus aventuras en cualquier
parte del mundo subiendo montañas, pero ha cambiado. En los últimos
programas de su “Planeta”, emitido por la Cuatro, le da más
importancia al diálogo que a la aventura; a la entrevista con el
personaje de turno, que a las peripecias a las que lo somete.
Aprovechando los momentos de entusiasmo o debilidad de sus invitados,
obtiene confesiones acaso íntimas de personalidades del mundo de la
política como Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez,
o el no menos políticamente atractivo Albert Rivera.
Este
personaje de televisión, alpinista y aventurero locuaz, es más
natural y espontáneo en sus intervenciones que “el Follonero” de
la Sexta. También menos acometedor, pero más directo y expresivo y
de apariencia menos ingenua. Tiene Calleja el don de lograr la
respuesta de su interlocutor con la misma facilidad que sube a una
montaña o se precipita por un barranco. No hay maledicencia en su
curiosidad. Las preguntas, a veces indiscretas, siempre claras, sin
vueltas, le salen campechanas, como si se las hiciera a un amigo de
toda la vida.
Soraya
y Calleja, en feliz conjunción planetaria (cuatro.com)
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El
programa realizado al alimón con Rivera fue un derroche de
deportividad: los dos en coche de carrera, compartiendo intimidades y
riesgo. Como dos hermanos. Pero no fue menos fraternal y deportivo el que protagonizó
con la vicepresidenta Soraya. Primero, viaje en globo
aerostático, con brusca toma de tierra a causa del viento. Luego,
dura caminata por un tramo del Camino de Santiago, desde El Bierzo
leonés hasta O Cebreiro gallego, en la ruta del Santo Grial. La vice le echó coraje a
esa dura prueba, una de las más fuertes del trayecto, con desnivel de
varios centenares de metros. Paso a paso, tomando aliento de vez en
vez, la invitada logró aguantar el reto sin desmayo y supo mantener
en todo momento la compostura, aún a pesar de las preguntas ora
ingeniosas, ora cuasi impertinentes, de su guía e interlocutor.
Necesitamos muchas Sorayas en este pais, hacen falta politicos corajudos y eficaces, con capacidad y ganas de pararle los pies a individuos como ese alcalde de Cartagena que insulta al prójimo con un descaro pocas veces visto. Hay que dar caña de ley a tanto mono tontorrón y pijotero que hay por ahí. Ya está bien de que unos cuantos mierdas vacilen y se rían dela inmensa mayoría de lso españoles. ¡Arréen caña de ley, carajo!. COPACHI
ResponderEliminarRajoy, ¿pusilánime, pasota, plasma...? Después de la entrevista que vimos ayer con Bertín Osborne queda claro que esos calificativos son inventos de la izquierda dirigidos a erosionar la imagen del presidente del Gobierno. El mundo de la política en España está cargado de mediocres bocabuzones, trepas y corruptos. La Soraya es un soplo de aire fresco en esta barahúnda de tanto inútil y aprovechado en busca poltrona. ¡Je,je,je!, LM
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