Este político catalán lleva ya siete años fuera del país. Pero actualmente, gracias al apoyo otorgado por los diputados de Junts al señor Sánchez, para que él sea dueño y señor de la política española, gracias a ese apoyo se anularon las acusaciones judiciales que a Puigdemont y a otros muchos separatistas catalanes les iban a afectar. El Gobierno central y el Parlamento lograron la aprobación de una ley para amnistiar a los separatistas. Varios sufrieron encarcelamiento, pero fueron indultados por el actual gobierno. Puigdemont, no. Este separatista huyó al extranjero para evitar ser apresado. Y ahora, de nuevo, ha vuelto a huir. Y lo hizo tras dar el pasado día ocho un corto discurso en plena calle barcelonesa ante miles de sus seguidores separatistas. No llegó a hablar más de seis minutos, porque al podio desde el que se dirigía a los suyos subió Boye, su abogado, y agarrándolo del brazo se lo llevó para desaparecer sin dejar apenas rastro. Tal vez trató de ayudarle para que no fuese detenido.
La vida política en este país se ha convertido en un desagradable espectáculo. La sociedad española está siendo víctima de actuaciones cesaristas y grotescas, más próximas al totalitarismo que a una democracia plena en la que la igualdad y la justicia son valores que la respaldan y autentifican. La gobernabilidad de España está dominada por pequeños partidos, que se han juntado con el segundo más grande en votos con una finalidad: la de imponer sus ideologías, unas de extrema izquierda, y otras basadas en sus ansias por alcanzar la independencia. Si esta situación persiste, y esperemos que no sea así, el destino de España acabará siendo plenamente dominado por una autocracia insoportable.- JT
Lo que hay que ver, Jose. Dejar en manos de los MOsos la detención de Puigdemont hace pensar que el gobierno no quería detenerlo para no perder los siete votos que le dan en el Congreso los separatistas de JUnts. Seguro que Puigdemont sabía que no iba a acabar detenido, por que si lo fuese dejaría de apoyar a Sánchez en el Congreso.
ResponderEliminarQue desastre de politica. Ese separatista tenía que haber sido detenido y enjuiciado. Si luego lo sueltan y no entra en la cárcel, pues son los jueces quienes lo deciden y no los gobernantes. Estamos en un país que tiende a convertirse en dictadura, o sea que de estado de derecho aquí nada, los gobernantes deciden y hacen lo que a ellos les interesa. Estamos pasando de la democracia a la sanchocracia.... así me parece a mí.
ResponderEliminarMal va España con todos estos sucesos. Los separatistas siguen en sus trece y obtienen beneficios del gobierno español, porque van a tener el exclusivo control financiero de su comunidad. Eso si, como el dinero no les llega para el pago de las pensiones tendremos que pagárselas todos los españoles. QUE VERGÜENZA¡¡¡¡ QUÉ DESATINO...¡¡¡¡
ResponderEliminarTodas las personas que acompañaban protegiendo a Puidemont de ser detenido no han sido denunciadas, iba a su lado también el que es hoy presidente del parlamento catalán... Como se entiende que la justicia no actue???, porque quienes le fueron protegiendo cometían el delito de impedir que se detenga a un huido de la Justicia. No lo entiendo, ¿estamos en una democracia o en una dedocracia.....????
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