Ha sido extraordinariamente llamativa la jura de la Constitución que protagonizó hoy la princesa Leonor de Borbón y Ortiz. Miles de personas participaron de manera presencial en el paso de la comitiva real hacia el Congreso de Diputados. Y se oyeron calurosos aplausos y vivas al rey, a la princesa y a España. En especial en el mismo Parlamento. Ha sido una celebración llena de afecto hacia la corona y hacia la Leonor que, siendo aún muy joven, a sus dieciocho años ha dado muestras de seriedad, talento y buen hacer. Su comportamiento ha sido ejemplar. No tuvo fallos, ni dejó de comportarse un solo momento como una excelente candidata a ocupar en el futuro la jefatura del Estado Español, cuando su padre, el rey Felipe VI, decida abdicar en favor de su hija. Leonor es un ejemplo de joven decidida, educada y correcta en su proceder. Satisface pensar que España llegue a ser regida por ella. Habla español, inglés, francés, catalán, etc. Y su expresividad atrae tanto por su forma de comportarse, como por la facilidad conque lee en sus intervenciones públicas.
Al los actos de la jura y posteriores no acudieron los socios del señor Sánchez. Han pretendido con su ausencia hacernos ver a los demás españoles su deseo de que España vuelva a ser una república. Son políticos pertenecientes a grupos separatistas, comunistoides y bildurretas. La ausencia de los catalanes de ERC y JUNTS no ha sorprendido. Tampoco la de los vascos de Bildu y los gallegos del BNG. Y menos aún los de Podemos. Por el contrario, el PNV, un partido que parecía ser respetuoso con el cumplimiento del protocolo oficial, dio muestras de colaboración con esos grupos políticos deseosos de eliminar la monarquía e implantar la república.
No entiendo entonces por qué los partidarios de un cambio radical están integrados en la Unión Europea y no la abandonan políticamente. En la UE hay nada menos que diez monarquías. Las tienen el Reino Unido y otros países como Bélgica, Dinamarca, Suecia, Noruega, etc. Si repasamos la historia, recordaremos los fracasos tanto de la primera como de la segunda república que tuvo España. Y también la implantación del federalismo en el siglo XIX, del que Pi y Margall fue uno de sus grandes defensores. Ese federalismo rompió a nuestro territorio en mil pedazos. Hubo miles de muertes. Y hasta ciudades como Cartagena, que implantaron su total independencia del resto de España, buscó en América del Norte su aliada, pero fue rechazada. Si seguimos por ese camino, no tardaremos en sufrir graves consecuencias.-JT
¿Jose, has oído a la ministra Belarra, de Podemos? Dijo muy seria que van a trabajar para impedir que la princesa Leonor llegue a ser reina de España. ¡¡¡Ja, ja, ja ja¡¡¡ Estaba en el bar con unos amigos y cuando escuchamos esas declaraciones en la tele nos echamos a reír. Una de las ministras más ineficaces de Sánchez, se pronuncia de manera torpe y agresiva, contra la mujer que tiene ya, a pesar de su corta edad suficiente formación para ser una promesa real. ¿Qué te parece, esas podemitas?, juegan como si fuesen estudiantes ansiosas de destacar, lanzan unas amenazas que tarde o temprano se perderán por las cloacas de la necedad......?
ResponderEliminarLeonor tiene todas las cualidades para ser una digna sucesora de su padre, se ve en todo, en su forma de comportarse, en su seriedad, en su capacidad de expresar un discurso aunque sea leido, en su bondadoso aspecto, en su plena identificación con nuestros jóvenes, modernos, avanzados, etc., pero respetuosos con las normas de convivencia. La votaré siempre, salvo que cambie su personalidad hacia ese falso e hipócrita progresismo que algunas y algunos tratan de imponer hoy en España.
ResponderEliminarTenéis razón. Esa joven hija de nuestros reyes es una muy digna sucesora de la Corona. Y seguro que cuando le toque reinar, lo hará de manera mucho más sensata y racional que la que hoy usan una gran parte de nuestros políticos. Y si no, al tiempo.
ResponderEliminar