No
aprendemos. Aún quedan sujetos que basan en la violencia la solución
a los problemas cotidianos. En este caso, el autor, que parece no
estar conforme con el actual gobierno de España, resuelve el
problema a tiros. Y además ejecuta su protesta con una suficiencia y
chulería propia de un sietemachos. Acabo de ver en un
periódico el vídeo del tipejo realizando prácticas de tiro en
lugar cerrado. El hecho no tendría repercusión si no fuera porque
en las cinco dianas sobre las que dispara están las fotos de Pedro
Sánchez, Marlaska, Iglesias, Irene Montero y Echenique.
Calvo
y barrigudo, el verdugo se pone en posición de tiro y una voz
grita ¡ejecución! Suenan entonces cinco tiros de repetidora y una a
una van cayendo las dianas con las mentadas fotos. Es una ejecución
múltiple, de ficción; un magnicidio figurado que parece
enorgullecer a su autor. Al terminar, el hombre se gira hacia la
cámara que graba la escena y con cara de pánfilo irresponsable
remata el simulacro con un corte de mangas.
Distintas varas de medir
La
grabación ha sido difundida, pero no sé con qué finalidad, porque
perjudica gravemente a quienes la han protagonizado. ¡Qué se
pretendía con el lanzamiento de esas imágenes a todo el mundo?
¿Asustar al Gobierno, mostrar desacuerdo con su gestión, expresar
odio hacia quienes tienen ideas políticas contrarias, acabar a tiros
con políticos de otra cuerda…? Sea lo que sea, hay que ser muy
tonto para grabar un vídeo simulando un magnicidio y difundirlo. Da la impresión
de que el protagonista tiene más barriga que cabeza, más odio que
comprensión, más ganas de asustar que de expresar su protesta
contra un gobierno que gestiona fatal.
La
reacción del Gobierno no se hizo esperar. Ya se han dado
órdenes a la policía para que identifique a los autores del vídeo
y se proceda contra ellos. Ha sido una reacción rápida. No cabía
esperar otra cosa. Sin embargo, la rapidez de reacción no parece ser
la misma que la que se produce cuando pintamonas catalanes o vascos
independentistas queman en la vía pública fotos de nuestros reyes. Hay en la izquierda distintas varas de medir. Personalmente, esas quemas me ofenden tanto como los tiros del sujeto
del vídeo. Si su actitud es calificada de delito de odio, ¿qué
calificación habrá que darle a la muerte ficticia en la hoguera de
nuestros máximos representantes, Felipe VI y su padre? JT
Los autores del vídeo de los disparos a fotos deben de ser bastante ingenuos. Solo a una persona de pocas luces se le ocurre cometer un presunto delito, grabarlo y difundirlo. Los autores ya están localizados y el ejecutor de los disparos retenido y puesto en libertad con cargos. Ahora toca esperar a ver qué pasa. Coincido con JT en que causa sorpresa la prontitud en reaccionar a las amenazas a ministros del gobierno. Ellos mandan y ellos reaccionan, pro no lo hacen de la misma manera cuando la izquierda radical "ejecuta" públicamente a nuestros máximos representantes quemando fotos de ellos en la vía pública, fotos de nuestros reyes, o cuando queman la bandera de España símbolo de unión de los españoles, o cuando incumplen reiteradamente la ley de símbolos. ¿Por qué en estos casos no se reacciona de la misma manera que se ha hecho con los intolerables y condenables disparos contra fotos de nuestros ministros?
ResponderEliminarEste gobierno tiene que obrar con rigor cada vez que alguien cometa delitos contra los representantes del pueblo. Hay que ser contundentes en las reacciones y rápidos en la denuncias. Personalmente, sin odio y sin ánimo de dañar a nadie, si alguien quemase una foto mía por odio o por hacerme daño le daría rápida respuesta. Le soltaría una hostia que acabaría arruinándose en reparaciones dentales. Ya está bien de ñoñeces, de templar gaitas y de aguantar tanta ofensa en aras de una mal llamada libertad de expresión. Ya se ve adonde nos lleva esa libertad, a desmanes como las quemas de fotos de nuestros reyes o a ejecuciones simuladas de nuestros ministros.
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