Pedro Sánchez / abc.es |
Quería contar cosas de la montaña y
de las cuevas, pero la trepidante actualidad me lleva de nuevo a
comentar temas de política. El panorama está que arde, no tiene
precedentes en la historia democrática de este país. Razón tenía
el kaiser cuando insinuó que si España no prosperaba era por
el proceder de sus habitantes. Porque en plena crisis económica y
social, cuando el paro, la pobreza y las desigualdades económicas
desangran a esta sociedad, van los políticos profesionales y los
primerizos y, en vez de trabajar juntos en busca de soluciones se
enzarzan en la lucha por el poder. Lo que debía ser una negociación
limpia, noble, para alcanzar el Ejecutivo y desde él servir al
pueblo, se ha convertido en una pelea de perros y gatos. El 15-M de
2011 estaba yo tan indignado, o acaso más, que aquel Pablito
bullanguero de la acampada en Puerta del Sol. Confiaba entonces en
que la multitudinaria protesta juvenil estimulara al Gobierno y a los
poderes económicos a buscar remedio a tan injusta situación social.
Y la verdad es que algo se alcanzó: mejoró nuestra maltrecha
economía, se redujo el paro, mermaron los desahucios y comenzó a
combatirse con cierta energía la corrupción en la política. Pero
no fue suficiente.
Iglesias / ecodiario.com |
Aprovechando entonces el enorme
descontento de la juventud, Pablo Iglesias y adláteres
decidieron cambiar las cosas. Para alcanzar su objetivo fundaron un
partido con respaldo financiero exterior y se estrenaron en la
política europea con bastante éxito. Tomaron como ideología la más
opuesta a la de las democracias occidentales: el fracasado y caduco
marxismo leninismo. Y como línea de actuación, el libro ¡No os rindáis!, dirigido a los indignados españoles, del francés Stéphane Hessel, aunque este
autor se declara no marxista. Por cierto, recomiendo su lectura.
Verán ustedes cómo Podemos sigue casi al pie de la letra los
consejos de Hessel para hacerse con el poder y cambiar la sociedad,
con la importante salvedad de que el francés, ya fallecido, no
buscaba implantar el comunismo sino acabar con la pobreza y la
corrupción.
Si en las elecciones europeas Podemos
irrumpió con cierto éxito, en las generales consiguió un respaldo
en votos inimaginable. Así, a celeridad inaudita, con la complicidad
de los mass media,
deliberada en unos, involuntaria en otros, fue comiéndole terreno a
un PSOE heredero de la arrogancia de un mediocre Zapatero y
anclado en la certidumbre de su invulnerabilidad como fuerza política
centenaria. En poco tiempo, el actual secretario general de los
socialistas Pedro Sánchez pasó de ser una esperanzadora
promesa a personaje degradado políticamente por su agresivo talante.
Últimamente ha demostrado que no es un hombre de estado, sino más
bien un personaje político al que hay que dar de comer aparte.
Cambia de opinión como veleta movida por los vientos, y tan pronto
dice Diego donde dijo digo, como muestra una clara incapacidad para
reconocer sus contradicciones. Este contenido de su personalidad lo
enharina con ese espíritu de discordia entre españoles que parecía
haberse superado ya tras la desaparición del franquismo y el avance
de la democracia. Pero no es así. Ahora, en cada palabra, en cada
frase que sale de su boca hay mucha inquina hacia su más potente
adversario, el PP, al que le niega el agua y la sal. Su terquedad
prolonga innecesariamente la formación de un gobierno firme y
estable en España.
García-Margallo / telecinco.es |
WhatsApp, la comunicación por móvil
y hasta Twiter son hoy medios muy usados en las relaciones entre
políticos. Se perdió aquella vieja pero grata costumbre de
conversar vis a vis, ante una mesa bien nutrida de viandas y caldos
reconfortantes. Tal vez radique en esa ausencia de proximidad física
el problema de lograr acuerdos para gobernar el país. Estos días se
habla mucho del pacto antinatura PSOE-Podemos y fuerzas
independentistas. También se baraja la posibilidad de ir a nuevas
elecciones. Sin embargo, mis fuentes me dicen que no habrá ninguna
de estas dos cosas: ni pacto de izquierdas ni repetición electoral.
No les interesan a los grandes partidos, ni tampoco y sobre todo, le
interesan a España. Todo apunta, a ver si es verdad, a que PP
y PSOE llegarán a un acuerdo, junto con Ciudadanos.
Pero para ello el Partido Popular tendría que sacrificar a su
actual candidato, Mariano Rajoy,
y sustituirlo por otro que esté bien visto por los socialistas. En
las cartas aparece un nombre: José Manuel García-Margallo.
Un ministro serio, discreto, moderado y culto que el PSOE no
despreciaría. Y de reserva, la joven ex vicepresidenta Soraya
Sáenz de Santamaría, abogada del Estado. Esto es lo que se
comenta en círculos fiables. El acuerdo dejaría a Sánchez
en buena posición ante los suyos al entregarles la cabeza de su
principal oponente, y los independentistas catalanes no harían ascos
a un premier negociador, aunque firme defensor de la Constitución Española, como es Margallo. Pero como decir no es hacer,
habrá que esperar a ver qué pasa en los próximos días.- JT
El problema de Pedro Sanchez no es Rajoy ni el PP. Se ve que quiere ser presidente a toda costa para asegurarse el futuro. El retiro sería un chollo. Sueldo elevado, coche con chofer, etcétera, etcétera. Es más listo de lo que nosotros creemos. O como decían en mi pueblo, es más astuto que un zorro viejo. Cesáreo
ResponderEliminarPedro Sánchez es un buen socialista y no pactará con un partido que busca el aislamiento de España. Me da pena que no pueda gobernar. Pero estoy seguro que desde la oposición va a conseguir mejorar la situación social de los españoles poniendo a raya al PP. Bertu
ResponderEliminarOlé, olé, que España es diferente lo estamos viendo estos días. La política es un circo y no una actividad seria y responsable. Soy seguidor de Izquierda Unida, suscribo lo que dices en tu post. Estos son todos unos politicos a los que parece importarles el pueblo un pìmiento. Todos buscan silla. Triste realidad. FERMIN
ResponderEliminarSánchez quiere agarrarse a la poltrona presidencial como una lapa.¡¡¡¡¡uggggg!!!! JOAQUIN
ResponderEliminarIremos a nuevas elecciones, la situacion actual no da para mas.El PSOE sta acabado, el PP consumido, Podemos desvaría, Cidadans anda por la nubes, Izquierd Unida se fue al carajo, los independentista nos están tocando las narices, así que tararí, tararí, tararí, la trompeta suena, españoles... ¡a votar¡ Rostropalido
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