Me dio asco la actuación de este
culto y educado político en TV, su torpe y tergiversada versión de
unos sucesos relevantes y por todos conocidos gracias a las imágenes
y sonidos que en su día emitieron las televisiones. El acoso a la
Consellería de Economía de la Generalitat; los insultos, amenazas y
acechos a policías y guardias civiles en hoteles; el lanzamiento de
piedras, vallas, contenedores de basura y otros objetos contundentes
contra las fuerzas del orden; los cortes de carreteras, la
destrucción de vehículos de la Guardia Civil, la apropiación de
armas; la oposición, terca y persistente, al cumplimiento de la ley;
las amenazas a los no independentistas y a sus familiares, a jueces,
a empresarios, etc., todo eso es para este caballero irreal, no hubo
violencia, un espejismo, fueron meros actos pacíficos de inocentes
multitudes y, lo que es más indignante, no admite que se hayan
incumplido ni las leyes ni las decisiones de la Justicia. Así al
menos se interpretan sus palabras.
DEMOCRACIA A SU MEDIDA
DEMOCRACIA A SU MEDIDA
En cada respuesta, en cada una de sus
intervenciones ante los periodistas de la tertulia La Noche
(TVE 24 Horas), el tono de su voz parecía impregnado de cierto odio
a España y a los españoles. ¿Serán tercos, serán capullos estos indepes? Convecinos nuestros del nordeste peninsular, ciudadanos españoles de nacimiento y DNI, no aprenden o no quieren aprender qué es democracia. Solo les vale la suya, la tergiversada, la
hecha a la medida y al margen de la Constitución para alcanzar sus objetivos.
Si el dictador hizo de España su finca personal, imponiendo ley y
orden a base de estacazos si era menester, los sediciosos catalanes
pretenden ahora convertir esa región española en su masía
privada, dominarla, promulgar sus propias leyes y crear un
ejército para sacudir caña a quienes se opongan a sus pretensiones.
Es ridícula y esperpéntica, pero
triste, la actual situación. Cataluña, región hermosa, próspera y
culta, que dio al país algunos de los más preclaros pintores,
escritores, artistas e investigadores de todos los tiempos, es hoy un
territorio a punto de estallar por culpa y deseo de una partida de
personas movidas por un rencor injusto. Esa parte de
España es de todos los españoles, quiéranlo o no, como lo es
Andalucía, Valencia, Baleares, Canarias, Galicia, el País Vasco, Ceuta, Melilla y
demás comunidades autónomas. Van dados si con sus acciones
violentas tratan de crear víctimas entre sus filas para justificarse ante el mundo. Hagan lo que hagan, estoy convencido de que las leyes se cumplirán y España no cederá por mucho que los soliviantados titiriteros intenten sustraernos una parte del país.¡Hai que ter máis sentidiño!, que diría un gallego.- JT
¿Violencia? Para ellos, botellón
de fin de semana (Foto El plural)
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