miércoles, 25 de diciembre de 2013
A la espera de soluciones en una España convulsa
¿Llegará en 2014 la recuperación
social y económica de Europa, y en especial la de España? La respuesta está en
el aire. Aunque hay síntomas de crecimiento, todavía son demasiado débiles como
para lanzar las campanas al vuelo. De momento vivimos tiempos dramáticos. El
paro, los desahucios, los atracos a inocentes preferentistas y la permanente subida de impuestos, en la que
destaca por su carácter social la factura eléctrica, obstaculizan el camino de
retorno a un estado de bienestar. Un bienestar que bien se merece el pueblo
español después del sacrificio al que ha sido sometido por los mercados
financieros, por el ejercicio de una política irresponsable, y por la incapacidad de unos
y otros de poner fin a una situación en extremo injusta. Política que nos ha hecho
testigos o protagonistas de la desbordante afluencia de gente desamparada a
los comedores sociales y del incremento de un desempleo que alcanza cifras
de vértigo, en especial entre los jóvenes y los trabajadores de edad avanzada. Por si fuera poco, las medidas impositivas que se están aplicando son severamente empobrecedoras de las clases
medias, las de mayor contribución al fisco.
España, la otrora felicísima tierra del sol y la alegría, está siendo así sometida a una de las situaciones más injustas de su historia. Y mientras tanto, esos mercados que conocemos solo por sus sustanciosos beneficios, y esos políticos que dirigen Europa desde escaños bien nutridos de prebendas, en parte corruptos, de aquí y de allá, todos ellos siguen disfrutando de una vida confortable, como si estuviesen ajenos al drama que padece gran parte de la sociedad. Larra, uno de los periodistas más brillantes del siglo XIX, de vida atormentada, es autor de un epitafio muy manido por los amantes de las citas que refleja el drama social y político de los años convulsos que él vivió. Dice así: Aquí yace media España; murió de la otra media. Pues al paso que vamos, asusta pensar que se podría pasar del dicho al hecho si los etéreos mercados y sus edecanes políticos no son capaces de resolver satisfactoriamente los verdaderos problemas que sufre el pueblo español.- JT
España, la otrora felicísima tierra del sol y la alegría, está siendo así sometida a una de las situaciones más injustas de su historia. Y mientras tanto, esos mercados que conocemos solo por sus sustanciosos beneficios, y esos políticos que dirigen Europa desde escaños bien nutridos de prebendas, en parte corruptos, de aquí y de allá, todos ellos siguen disfrutando de una vida confortable, como si estuviesen ajenos al drama que padece gran parte de la sociedad. Larra, uno de los periodistas más brillantes del siglo XIX, de vida atormentada, es autor de un epitafio muy manido por los amantes de las citas que refleja el drama social y político de los años convulsos que él vivió. Dice así: Aquí yace media España; murió de la otra media. Pues al paso que vamos, asusta pensar que se podría pasar del dicho al hecho si los etéreos mercados y sus edecanes políticos no son capaces de resolver satisfactoriamente los verdaderos problemas que sufre el pueblo español.- JT
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