martes, 23 de septiembre de 2025

Gaza, en una guerra de muy duros resultados

Va aumentando en las últimas semanas el  número de países que desean convertir la Franja de Gaza en territorio palestino y piden la paz. El deseo se puede entender si lo que Israel pretende es acabar con Hamás, grupo terrorista de criminal e intolerable actuación. Pero es inconcebible que quienes sufren la muerte sean miles de personas, ajenas a un terrorismo de la Palestina que gobierna Gaza administrativamente desde el año 2007.

Fue el 7 de octubre de 2023 cuando ese nutrido grupo de asesinos actuaron en la zona fronteriza de Israel. Allí los de Hamás mataron a casi 1.220 personas, de las que gran parte eran civiles y algunas decenas de ellas gente joven. También mataron a militares israelíes, lanzaron contra ese país miles de cohetes y masacraron, una vez traspasada la frontera de Israel, a los espectadores de un festival de música y a ciudadanos de varios pueblos, en especial a los residentes en Kibutzin. Y además se llevaron como rehenes a varios cientos de jóvenes y mayores.

A día de hoy hay países como Reino Unido, Canadá, Australia, Francia, Portugal y otros más que aceptan y defienden Palestina y sobre todo Gaza. Y parece que seguirán aumentando quienes, por los resultados calificados de genocidio, desean la inmediata paralización del ataque militar israelí y que se permita a Gaza convertirse en país independiente. En parte se puede decir que no es desechable el deseo de parar esa guerra porque ya han muerto en ella muchos miles de personas, sobre todo niños de todas las edades. Es un hecho que produce muchísimo dolor. Liquidar a menores, y sobre todo a miles de ciudadanos cuya mayoría poco o nada tendría que ver con Hamás, es un acto inaceptable.

Sin embargo, reconocer a Gaza y ayudarla a que siga siendo palestina no debiera ser respaldado, al menos de momento. Si Hamás devolviese vivos inmediatamente a los rehenes que capturó en su ataque a Israel, cabe suponer que los israelíes dejarían de masacrar a ciudadanos gazatíes de todas las edades, y concentrarían sus ataques exclusivamente contra los miembros de la organización terrorista. Es difícil entender por qué el pueblo de Gaza aceptó, hace ya muchos años, respaldar a Hamás para que se mantuviera en el poder político de Palestina.

Ahora, cuando los terroristas intentan proteger sus vidas en hospitales, en templos y en otros lugares de acceso a todo tipo de personas, los tremendos ataques israelíes sobre esas edificaciones suelen tener como objetivo liquidar a los terroristas que, dentro de ellas, intentan protegerse.

En fin, a ver cómo acaba esta guerra israelí rechazada por varios países de Occidente. Unos y otros apoyan a Gaza, que continúa gobernada por Hamás. Es decir, la llamada Franja de Gaza sigue siendo un territorio autónomo administrado por el partido islamista palestino de Hamás. Y sobre todo, quienes apoyan plenamente a Gaza y a Hamás tienen en España el pleno respaldo de la izquierda y la ultraizquierda. Es inaudito matar a miles de personas que no han entrado en una guerra. Pero lo es, tanto o más, aceptar que un partido terrorista, Hamás, continúe captando rehenes y mate a miles de ciudadanos que no son de su ideología.- JT 

lunes, 15 de septiembre de 2025

Israel, contra un terrorismo de ira y odio

Criticar y no aceptar que los israelitas lleguen al extremo de matar a tantas personas, sobre todo a niños, es un hecho aceptable. No se entiende cómo el presidente Netanyahu obliga a sus fuerzas armadas a realizar todo tipo de ataques a pueblos y ciudades gazatíes. Pero la razón principal está en lograr que los terroristas de Hamás devuelvan vivos, y pronto, a las personas que capturaron en Israel en octubre de 2023, matando a una parte de ellos, incluidos dos españoles. En total fueron 251 rehenes los secuestrados, de los que la inmensa mayoría de ellos es gente joven que nada tiene que ver con una guerra entre Israel y Gaza.

Los terroristas de Hamás asesinaron a bastantes de esos rehenes. Y hoy tienen todavía a muchos de ellos encerrados en lugares subterráneos, en los que sufren grandes padecimientos. Que Israel ataque a los miembros de Hamás, reconocidos mundialmente como terroristas, no es una vileza. Parece lógico que traten de acabar con quienes usan la fuerza y el asesinato para hacerse cargo de un pleno poder. Pero a pesar de ello, hay gente, sobre todo en España, que protesta de manera violenta, y con la aceptación de un gobierno cuyo presidente los respalda con sus palabras y también algunos de sus ministros.

Que Israel destruya y mate a tantas personas que parecen ser totalmente ajenas a Hamás es un hecho difícil de comprender. Pero, en las sociedades europeas y de fuera de este territorio y de otros, como Estados Unidos, la mayoría no critica severamente a Netanyahu porque cree o sospecha que esos ataques, con víctimas de todo tipo en Gaza, responden al ocultamiento de los terroristas de Hamás, ya que tratan ellos de evitar su muerte protegiéndose físicamente en hospitales y en otros centros sobre los que creían que nunca caerían bombas.

Pero bombas caen en muchas partes de Gaza. Y la verdad es que si no hubiera terrorismo, posiblemente la relación entre los israelitas y sus ciudadanos confines no llegaría a extremos tan violentos. Pero no olvidemos que la actuación de Hamás, con su inaceptable proceder y sus secuestros y matanzas de rehenes, impuso una reacción severa a Israel. En definitiva, los terroristas gazatíes están repletos de ira y odio hacia los judíos. Así que tendremos que seguir viendo cómo persiste esa dura violencia, pero siempre con el deseo de que termine cuanto antes.- JT