jueves, 5 de noviembre de 2015

Dos accidentados capítulos del Planeta Calleja

A pesar del susto, Soraya no pierde la sonrisa. Tomen 
nota los secesionistas (lanuevacronica.com)

Como siga así, el Calleja va a acabar con nuestros políticos. ¿Se nos habrá vuelto gafe? Ha metido en su espacio de aventura y riesgo, que emite la Cuatro, a Albert Rivera y a Soraya Sáenz de Santamaría. Al primero lo colocó de copiloto en un rally. La mala suerte, o la impericia, hizo que el coche volcara y diese varias vueltas de campana. Albert salió ileso de milagro. ¿Ha sido un suceso premonitorio? ¿Nos anticipa la magnitud del vuelco que Ciudadanos puede dar en la política española? A Soraya, Calleja quiso elevarla a los cielos, pero la metió en el  purgatorio. Subieron felices en globo aerostático a disfrutar del paisaje desde el aire. Era una sensación nueva para la vicepresidenta del Gobierno de España. Pero pronto surge lo imprevisto: el viento empuja el globo contra un árbol al tomar tierra y cae al suelo. Por fortuna, los protas salen indemnes.

Me sorprende que un aventurero tan cauteloso como Jesús Calleja llegue a poner a sus invitados en situaciones de grave riesgo. Siempre recomienda prudencia antes de comenzar la prueba, sea bajando en rapel por la cascada del Santo Ángel o subiendo por la pared vertical de una montaña. La tanda de políticos de primer nivel incluidos en su programa la inició con el socialista Pedro Sánchez. Calleja le hizo rapelar desde la cima de un aerogenerador y ascender al Peñón de Ifach. Las dos pruebas salieron perfectas. No hubo contratiempos. Luego le tocó a Pablo Iglesias y ahora a Rivera y a Soraya. Ambos superaron el desafío, pero el susto que se han llevado ha debido de ser mayúsculo.

Rivera y Calleja: felices pese al vuelco (vertele.com)
Si el programa sigue con la tanda política, el siguiente turno debería de tocarle a personajes de rabiosa actualidad. Digo yo que tanto el señor Mas como la señora Forcadell, y si me apuran hasta el orondo don Oriol Junqueras, bien podrían ser los próximos protagonistas. La intrepidez siempre viva y latente de Artur (pronúnciese con acento prosódico en la u), la belicosidad desafiante de la Forcadell, o la aparente pachorra de un apacible Junqueras son buenos atractivos para los espectadores. Yo sugeriría al presidente en funciones de la Generalitat hacer un recorrido a lomos de mula terca por la senda más agreste de Sierra Morena. A la Forcarell, la dejaría caminar por La Mancha quijotesca en busca de molinos de viento, y al Junqueras, por su seráfico gesto y aspecto de bon vivant, le vendría como anillo al dedo trabajar unos días en la cocina de alguna orden mendicante.

No sé si Calleja está por la labor, mas tengo claro que los personajes citados darían al programa audiencias millonarias. Los tres han sabido colocarse en el primer plano de la actualidad nacional. No hay duda de que han ganado popularidad con sus soberanas excentricidades. Conviene entonces aprovechar el tirón que da la fama, aunque vaya a ser efímera, para hacerlos intérpretes de alguna aventura de alto riesgo. Lo tienen bien ganado. Pero ojo, Jesús: que no haya incidentes, porque entonces, ya sabes, España tendría la culpa.- JT