viernes, 7 de febrero de 2014

Edurne y Gemma, sonrisas, lágrimas y poco alpinismo

     Gemma y Edurne con el Pedraforca al fondo
(Foto: ecoteuve.es)
Esperaba más, bastante más, del programa Cumbres. Se estrenó el domingo pasado en La2. Su emisión había despertado mucha expectación en los ambientes montañeros, porque nada menos que Edurne Pasabán y Gemma Mengual, dos estrellas del deporte, eran las protagonistas. Debo recordar que Edurne es una himalayista de élite. Fue la primera mujer que ascendió a las catorce cimas más altas del planeta, todas ellas en el Himalaya, con alturas superiores a los ocho mil metros. Su mera presencia en el programa prometía interés. A su vez, Gemma, cargada de medallas olímpicas, sirena de aguas mansas, es la gran campeona de la natación sincronizada. Con estos dos personajes cabía esperar la emisión de un espacio lleno de interés deportivo. Pero no fue así. A mí me decepcionó por dos razones:
Primera decepción: De intercambio de vivencias e inquietudes, de reflexiones, como se anunciaba en la nota que el canal proporcionó a los medios, el programa estuvo bastante escaso. Se dijeron entre ellas cuatro cositas intrascendentes al anochecer, al pie del refugio Lluís Estasen, y ahí acabó la parte humana del guión. Luego Edurne sorprendió a Gemma con una foto de su primer entrenador, momento en que le saltaron las lágrimas a las dos protagonistas. Dio la sensación de estar ante una escena preparada para conmover al personal.  

Pedraforca. Cara norte, Canal Verdet
Segunda decepción: El canal anunciaba la escalada al Pedraforca por la canal Verdet como objetivo principal de la trama. Es la vía normal, sin grandes dificultades cuando no hay nieve, pero con algún tramo de II grado. La subida que nos ofrecieron fue tan efímera y cicatera en planos y secuencias, que se llegó al final sin apenas despertar interés en el espectador que esperaba mucho de sus protagonistas. Y para coronar la banalidad argumental, a los autores del guión no se les ocurrió otra cosa que poner el the end en una escena  más cursi que conmovedora: como premio a su hazaña, Edurne obsequió a su compañera de escalada con ¡macarrones en salsa! metidos en un envase de plástico, plato predilecto de Gemma.

Mucho coloquio, poca montaña
             En resumen: Este nuevo programa de La2 careció de interés para los aficionados al montañismo. Le quitó atractivo el abuso de unos coloquios intrascendentes, asaz aburridos, llenos de alabanzas mutuas, y la ausencia de planos abundantes y variados de la ascensión, que era lo que se esperaba ver. Cumbres está muy lejos de espacios dedicados a los deportes de aire libre tan llamativos como Al filo de lo imposible o el Desafío Extremo del Calleja, con sus subidas y bajadas a montes y cuevas de todo mundo. Digo más: cualquiera de los blogs de montaña de los seguidores de este prontuario supera en interés al susodicho Cumbres. Todos saben contar paso a paso, con palabras y fotos de gran calidad, las ascensiones que realizan, muchas de ellas de dificultad extrema. Pero vamos a confiar en que la entrega número dos de la serie recupere la calidad técnica y argumental propia de su principal protagonista, Edurne Pasabán, extraordinaria escaladora vasca que ha dejado huella perenne en la gran historia del alpinismo de élite. Que no se diga que segundas partes nunca son buenas, ¿vale? -  JT

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, el programa fue un fiasco.Yo también esperaba otra cosa, pero me admitirás, José, que las dos protagonistas son los mejor de lo mejor en sus respectivas disciplinas deportivas, dos campeonas mundiales imbatibles. CESAREO

Anónimo dijo...

El Cumbres con la Mengual fue un querer y no poder, elemental, sin interés ninguno... A mí me surperdecepcionó, como todos sean así, apaga y vámonos. JAVI