martes, 16 de abril de 2013

Quijote y Sancho ya están en Cervantes de Ancares

¿Cervantes era castellano, manchego, andaluz, catalán, zamorano, gallego…? Los estudiosos de la genealogía del ilustre dramaturgo no son capaces de ponerse de acuerdo. Una de las últimas opiniones sobre la procedencia de Miguel de Cervantes nos la ha dado el profesor madrileño César Brandariz en su libro “El hombre que hablaba difícil”. Este investigador de la vida del eximio novelista parece convencido de que nació en un área comprendida entre Galicia, León y Portugal. Y apunta como posible cuna la aldea de nombre Cervantes, próxima al lago zamorano de Sanabria, aunque no rechaza la posibilidad de su origen gallego.

Un Quijote de cientos de clavos
Sin embargo, quienes parecen tener clara la estirpe del escritor son los lucenses, y en especial el Club Ancares que acaba de colocar  las estatuas de dos grandes figuras cervantinas, Quijote y Sancho, ante la fachada de su sólido albergue de montaña construido en los años sesenta a 1.300 metros de altitud, en un lugar de hermosas panorámicas. Para el presidente y alma mater de esta entidad deportiva, Alfredo Sánchez Carro, el insigne escritor o al menos sus ancestros proceden de Galicia. Aquí tuvieron su cuna. Hay bastantes indicios de su origen gallego, como, entre otros, los apellidos Cervantes y Saavedra, propios de esta tierra. El mismo municipio donde se asienta el albergue se llama Cervantes, tiene su capitalidad en el pueblo de San Román y en un lugar de la sierra se conserva la que fue vivienda de la familia de esta gran figura de las letras hispanas. Sánchez Carro, periodista, es un fervoroso admirador del Quijote. Su devoción por la obra cervantina le ha llevado a convertirse en coleccionista incansable de todo lo relativo al ingenioso hidalgo y a su autor. En el albergue se exhiben algunas joyas bibliográficas de su colección en ediciones facsimilares, así como piezas decoradas con estampas quijotescas.

El alma dual española
      Quijote y Sancho son dos figuras de ficción que a mi modo de ver representan, tal vez sin que haya sido intención del autor, la dualidad del alma española de idealismo y realismo. El idealismo de un hidalgo movido por tercas e inalterables convicciones características de nuestra idiosincrasia, más imaginativas que racionales, y el materialismo realista como forma de conducta, o manera de ser, de un Sancho Panza para quien cosas y hechos no tienen más valor ni interpretación que lo que realmente son o representan.
      Las esculturas, de hierro, son obra de Amador Puente, un artista de Outeiro de Rei. Trabajó en su elaboración cerca de mil horas. Están formadas por cientos de tornillos y otras piezas de sujeción de traviesas del ferrocarril a las que el autor tuvo que limpiarles el óxido antes de utilizarlas. El Quijote tiene una altura de más de cuatro metros, y casi tres metros Sancho Panza. La inauguración de estas esculturas formó parte de los actos conmemorativos del club en su cincuentenario. El mismo día, el presidente Sánchez Carro moderó una mesa redonda en el albergue en la que participaron varios autores de libros sobre Ancares, incluido el propio Carro. Junto con él intervinieron Jorge de Vivero, Rogelio P. Moreira, Enrique de ArceIsolina Rodríguez, Alejandro Rodríguez y Xulio Giz.
      El Club Ancares se constituyó en Lugo en 1963 por acuerdo de un grupo de amantes de la naturaleza, en especial de la Sierra de Ancares, aficionados a deportes de aire libre como montañismo, esquí, piragüismo, caza y pesca y espeleología. Es una de las sociedades deportivas de más solera de Galicia. Su sede está ubicada hoy en el albergue (982.181.113), cuya inauguración se celebró en 1967. Tiene restaurante, cafetería, habitaciones dobles e individuales y estancias con literas para grupos. Su situación en las proximidades del monte Tres Obispos lo convierten en lugar ideal de aproximación a las cumbres de una sierra en donde confluyen los límites de Galicia, León y Asturias. Desde el Tres Obispo se alcanzan fácilmente las cimas del Corno Maldito, Lago y Mostallar, con paso al Penalonga y al Pico Cuiña.
      Es incomprensible que esta sierra aún no haya sido declarada Parque Natural. La riqueza de su biodiversidad y sus múltiples ecosistemas, junto con unas aldeas ricas en usos y costumbres ancestrales, reclaman una pronta y eficaz protección pero aplicada de tal manera que en ningún caso perjudique, sino más bien beneficie, a sus resignados pobladores, y al mismo tiempo frene la sangría que representa el éxodo de jóvenes hacia otras tierras en busca de trabajo.- JT 

P.D.- En 2019 el albergue estaba cerrado y el Club Ancares había dejado de existir. Lástima que una entidad de tanta solera y prestigio haya tenido que desaparecer.

Las estatuas de Don Quijote y Sancho hechas con cientos de tornillos de la vía del tren

Sancho saluda al viajero a su llegada al albergue de montaña

Busto de Don Quijote. El autor usó clavos de las traviesas del tren para crear su obra. 

Los pies enormes de un ingenioso hidalgo que midió su valor desafiando a gigantes aspados

Sancho Panza representa el lado realista de la dual idiosincrasia española

Mesa redonda de escritores de libros sobre Ancares. De izquierda a derecha, Xulio Giz (de espaldas a la cámara), Jorge de Vivero, Alfredo Sánchez Carro, Rogelio P. Moreira, Alejandro Roríguez e Isolina Rodríguez. A Enrique de Arce no se le ve en la foto. Está sentado entre Giz y De Vivero. Encima de la mesa, algunas obras de estos autores sobre la sierra y sus gentes.