jueves, 12 de marzo de 2009

¿Quién dice que la eólica es una energía barata?


¿Es rentable la energía eólica que nos están instalando por doquier en España? Como apunto en un comentario anterior, pues parece que sí lo es para las eléctricas, pero no para el consumidor. Ofgem, la agencia estatal que regula en el Reino Unido el mercado eléctrico y del gas natural, advierte en un reciente informe del elevado coste que supone el mantenimiento de la eólica. Fíjense ustedes que, a pesar de ser ese país el de mayor número de días de viento al año en Europa, los británicos han pagado la enorme suma de mil millones de dólares a los propietarios de las instalaciones eólicas.
      Siempre según la misma fuente, en 2007 los precios de la energía eléctrica y el gas natural en Gran Bretaña sufrieron las mayores subidas en el seno de la Unión Europea. Ahora España sigue los pasos de Inglaterra, a tenor de la inmoderada instalación de parques eólicos en nuestras montañas. Así, claro, se entiende que nos hayan incrementado la factura de la luz de manera alarmante, porque quien finalmente paga el coste de la instalación y el  mantenimiento de esta energía es el consumidor. Las eléctricas proyectan, instalan y cobran, y para mayor agravio, tienen el morro de airear sus sustanciosos beneficios.
      ¿Y qué decimos los españoles? Pues que al paso que vamos, no se tardará en aceptar como mal menor la construcción de nuevas plantas de energía nuclear. Al fin y al cabo es la única alternativa firme de que disponemos para liberarnos de nuestro déficit energético. Francia y Alemania son dos países de gran experiencia nuclear, y ya ven cómo a pesar de los muchos años que sus centrales llevan funcionando no se ha registrado ninguna gran catástrofe. Es cuestión de seguridad, y sobre todo de control de las medidas de protección que se adopten tanto en lo que se refiere al funcionamiento de las instalaciones como al almacenamiento de los peligrosos residuos que generan. Está visto, pues, que el bienestar de la sociedad actual cuesta caro y exige sacrificios.- JT